Volvió el fútbol al Ramón Sánchez Pizjuán, volvió la vida a las gradas del estadio nervionense. Casi tres meses después de despedirse ante el FC Barcelona con una amarga derrota en la pasada temporada (sin incluir el Trofeo Antonio Puerta de finales de julio), los 34.004 aficionados sevillistas que se dieron cita en Nervión volvieron a presenciar un partido oficial. Con más o menos ganas por aquello de las altas temperaturas en pleno mes de agosto, pero la gente respondió al primer encuentro como local de su Sevilla FC ante el Villarreal.
Volvieron los corrillos en el exterior del campo en la previa del partido, las risas y el buen ambiente. Algo que tanto se echó de menos durante tres largos meses en los que el aficionado tuvo la 'suerte' de poder distraerse con otros acontecimientos como la Eurocopa, la Copa América y los Juegos Olímpicos, donde hubo representación sevillista y no les fue nada mal. Tanto es así que recibieron un homenaje en los prolegómenos del choque con un obsequio que les entregó el presidente José María del Nido Carrasco.
Jesús Navas, uno de los más aclamados, además de Juanlu, Badé y Montiel recibieron los aplausos de un público puesto en pie que por momentos abucheó al máximo mandatario. Por parte del cuadro 'groguet' también tuvieron su minuto de gloria los Baena y Ayoze, campeones de la Eurocopa con España y el primero de ellos también de los Juegos Olímpicos de París.
Antes de que rodara el esférico en el tapete sevillista, mucho más mejorado que en el encuentro ante el Al-Ittihad en el Trofeo Antonio Puerta de finales de julio, llegaron otros dos momentos reseñables, con distinto significado pero igual de especiales para el seguidor sevillista.
El primero fue el himno, que como siempre volvió a corearse 'a capela' en las gradas (en el fondo de Gol Norte se mostró una pancarta en la que se podía leer 'No al fútbol entre semana'), mientras que el segundo momento fue el emotivo minuto de silencio que se guardó en recuerdo de todos aquellos socios y aficionados sevillistas que han perdido la vida durante este verano.
Ya durante el choque, en el minuto 16 se aplaudió a Antonio Puerta como cada partido y caras de todo tipo en las gradas, de decepción tras el tempranero gol del submarino amarillo y de euforia tras el golazo de Lukebakio al filo del descanso.