Esta temporada ha sido "una lección de vida" para Loïc Badé, un jugador que en sólo seis meses ha pasado de estar aburrido en Nottingham, sin entender para qué le había fichado el Forest si tan siquiera le había permitido debutar, a recibir una llamada del Sevilla FC que, en un primer momento, le hizo reaccionar con asombro, insistiendo a su representante si estaba seguro de que no era un error. Ni siquiera las tuvo todas consigo cuando su agente le dio la confirmación, pues le pidió que lo cerrase todo lo más rápido posible por si en Nervión se arrepentían. Como blanquirrojo, la película cambió por completo: titular para Jorge Sampaoli y José Luis Mendilibar, campeón de la UEFA Europa League, clasificado para la Champions, fichado en propiedad con contrato hasta 2027 y, como colofón, convocado por la selección sub 21 de Francia para luchar por el Europeo de la categoría.
Esta "lección de vida" y su espontánea reacción al conocer el interés del Sevilla FC en sacarle del oscuro pozo en el que vivía en Inglaterra ha sido explicada al detalle por el propio Badé en una expresiva entrevista a Goal. El joven central atendió a Marc Mechenoua desde la concentración de la sub 21 francesa y se sinceró, analizando cómo ha vivido este vaivén de sensaciones en una 22/23 que para él aún no ha acabado. "De momento todo es positivo. Sigo encadenando las buenas noticias y esperemos que todo siga así. Es parte del deporte de alto rendimiento. Hay que saber afrontar los errores y también tienes que saber aprovechar tu oportunidad cuando se presenta".
"A nivel personal, esta temporada es una lección de vida. La idea es que no debemos rendirnos y trabajar incluso en la dificultad porque, tarde o temprano llegarán los frutos. En un año creo que he tenido varios años de experiencia: la Europa League, la experiencia en Nottingham. Aprendí y descubrí muchas cosas. Este año ha sido muy complicado y magnífico a la vez", añadió, reconociendo lo mal que lo pasó en esos seis primeros meses en el Forest y recalcando que con la llamada de Monchi vio el cielo abierto.
"El entrenador (del Nottingahm Forest, Steve Cooper) me decía que necesitaba jugadores experimentados. Y eso me llevó a encontrarme fuera del grupo, porque yo no tenía esa experiencia. Antes de fichar había echado un vistazo a la plantilla. Éramos dos por cada posición, miré los perfiles y pensé que podría tener mi oportunidad, pero el equipo pasó a jugar con defensa de cuatro y eso redujo mis opciones en las elecciones del entrenador. Obviamente, fue un período muy complicado para mí porque iba a entrenar sabiendo que no jugaría. Y eso es duro. Además, entrenando bien no ganas experiencia", relató.
Por todo ello, su reacción cuando llegó la opción invernal del Sevilla FC no podía ser otra que la de sorpresa. "En mi situación, por supuesto que me sorprendió. Estaba preparado para ir a clubes de menor calibre. Pero todo se dio: ellos tenían muchas lesiones, la cesión era gratis, el director deportivo me conocía bien... Me sorprendió pero, sobre todo, me alegró saber que tenían esa confianza en mí porque no entendieron el episodio de Nottingham. Cuando llegó el Sevilla FC, le dije a mis agentes que se dieran prisa porque tenía miedo de que cambiaran de opinión", reconoció Badé, que será recordado como el último fichaje de Monchi.
El de San Fernando, que se despedirá este viernes del club de sus amores por segunda vez tras firmar por el Aston Villa y dejar a Víctor Orta su sitio al frente de la dirección deportiva sevillista, nunca dudó en ejercer la opción de compra de 12 millones de euros pactada con el Rennes, que había pagado 17 kilos en 2021 para sacarle del RC Lens. En ese momento, tenía más fé en Badé de la que albergaba el propio Loïc, cuyo precio a día de hoy se ha multiplicado por algo más de cinco tras su relatada "lección de vida". Una lección de vida que, por cierto, sirve también de resumen de lo que ha sido la 22/23 para el Sevilla FC y que encaja a la perfección en el 'Nunca te rindas'.