Rafa Mir no quería marcharse fuera de España por motivos personales y familiares. Lo pasó regular viviendo la mayor parte del tiempo solo en Inglaterra y, por eso, le apetecía entre poco y nada probar suerte en Alemania, Italia, Francia o Turquía. Le pretendió (ahí no miente Víctor Orta) media docena de clubes en la pasada ventana invernal de transferencias, pero Wolfsburgo, Torino, Monza, Lille y Trabzonspor no lograron convencerle para cambiar de idea y de aires. Un par de ellos sí satisfacían las exigencias del Sevilla FC, cuyo director deportivo lamenta que el delantero se obcecara con el Valencia CF y no aceptara otras vías. La che es una espinita clavada en la carrera del murciano (nacido en Cartagena y criado en Jabalí Nuevo, pedanía capitalina), pues no pasó del Mestalla. Y eso que también tocó canteras como la del FC Barcelona y el Real Murcia, pero se veía de albinegro.
Y se sigue viendo, porque las dos versiones contradictorias que se han hecho públicas sobre su segunda salida frustrada en dirección a la capital del Turia no terminan de convencerle. También hay interpretaciones diferentes sobre su reacción, pues el propio alto ejecutivo madrileño hablaba de un jugador bromista, resignado y con la intención de cambiar de chip, filtrándose que se la había caído la venda con los levantinos, aunque otras informaciones, como la de 'El Chiringuito', defienden que Mir sigue buscando culpables, que en ningún caso mandó el famoso mensaje por WhatsApp diciendo que la presidenta del Valencia le había dejado tirado y que, en realidad, está muy molesto con Orta. Siempre según esta fuente, creería las explicaciones de Miguel Ángel Corona acerca del cambio de condiciones impuesto por los nervionenses a última hora y no la teoría de que Peter Lim estaba acostado ya y no atendía a sus subalternos.
El gran problema es que, salvo Turquía (hasta este viernes 9 de febrero), Rusia (22-F), Brasil (7-M) o Estados Unidos (23 de abril), no hay ya destinos factibles donde puedan afrontar su salario y que sean mínimamente apetecibles en lo deportivo. Rafa tendría que sacrificar su decisión de no emigrar ahora, sobre todo para no hipotecarse con vistas al próximo verano, cuando habría apalabrado ya con el Sevilla que se buscará una solución definitiva para ambas partes. Con el Valencia todavía en el horizonte (a la tercera debe ir la vencida), es consciente de que quedarse en Nervión le supondrá un quebradero de cabeza. Último delantero en la rotación para Quique Sánchez Flores, según sus palabras, el Ramón Sánchez-Pizjuán le recibió con insultos, pitos y cánticos para que se fuera la última vez que saltó a su césped ante el CA Osasuna.
De todas maneras, se le van cayendo alternativas, como la de LA Galaxy. La escuadra californiana está decidida a dedicar el bocado mayor de su partida presupuestaria para reforzarse en un atacante de otras características. El que más gusta es Ramón Sosa (24), desequilibrante extremo por el que Talleres de Córdoba ha rechazado ya 12,5 millones de dólares. Si termina llegando a la MLS, el paraguayo ocuparía una de las tres plazas reservadas para los jugadores-franquicia (no se aprobó todavía su ampliación a cuatro 'designated players'), siendo las otras dos para Riqui Puig y el recién llegado Gabriel Pec. Sigue el mediocentro catalán, mientras que se marcharon 'Chicharito' Hernández y Douglas Costa. El resto tiene como tope 612.500 dólares anuales, una tercera parte de lo que percibe Rafa Mir, a quien, así, no le interesaría mínimamente esa vía.