Quique Sánchez Flores atendió a los medios de comunicación en la rueda de prensa previa al choque del próximo domingo contra Las Palmas en el Estadio Gran Canaria y, además de todo lo que rodea al partido y del estado anímico del equipo, se expresó de manera extensa sobre su situación actual en el Sevilla y su futuro en el Ramón Ramón-Pizjuán una vez que concluya la presente temporada, de lo que se habla mucho desde hace tiempo tanto a nivel información como de la afición.
En este sentido, el preparador nervionense quiso dejar claro en primer lugar que ahora mismo lo único que le preocupa es conseguir el objetivo de aquí al final de temporada de no pasar ningún apuro, si bien no escondió que es feliz en Nervión y que siente muy identificado con la afición y con el propio club. "La gente aquí es muy simpática, es para comérsela. Como es lógico me exigen cuando tienen que hacerlo, pero es muy amable. Yo me siento muy identificado con la ciudad, con las personas y estoy conectado con el club", comentó el preparador nervionense, que fue contundente.
"Yo me encuentro muy feliz aquí, pero con la merma de no poder disfrutar de las cosas por la situación del equipo", comentó entre risas el madrileño, al que se le notó tranquilo cuando se le preguntó sobre su continuidad y que, además, reivindicó el trabajo que ha hecho hasta la fecha como sevillista, con 18 puntos sumad de los 39 posibles, a la par que le propinó un pequeño palo a la prensa.
"Nosotros lo que queremos es conseguir el objetivo y estamos en ello. Al final resulta que los números no están siendo malos para tratarse de un plan de rescate, porque hay que diferenciar entre un plan de rescate y el plan de un modelo de juego. Los numeros en estos 14 partidos no son nada malos a pesar de que hemos regalado partidos", comentó el preparador sevillista, que fue vehemente: "No juzguemos mucho lo que queda de temporada, porque lo que nos interesa es estar unidos. Juntos estaremos mejor que separados. Juzguemos un poco menos, démosle aliento para que los chicos se sientan mejor".
Cuestionado sobre el respaldo del club y la afición y sobre su credibilidad, Quique mandó un mensaje claro. "Sabéis como funciona la credibilidad del entrenador. Puede mejorar mucho con una buena decisión, pero con una mala, derrota… Me importa hacer las cosas bien, dejar, digo llevar, al Sevilla a puerto. Llevarlo a una dirección correcta y con eso estaría lo que resta de temporada. Quiero transmitir que lo que hacemos lo hacemos honradamente", explicó el preparador nervionense, que indicó que no es lo mismo trabajar en estas condiciones, con el equipo jugándosela, que en otra bien distinta.
"No nos justificamos ni a los jugadores, pero somos conscientes de lo que limita estar en una situación difícil. Si usted tiene un problema importante y se pone a escribir en el ordenador no será lo mismo que si no lo tiene. Cómo no va a pesarle a estos jugadores el talento que tienen la situación por la que atraviesa un club como el Sevilla. Ojalá podamos quitar esta realidad diferente y lleguemos a los últimos partidos de otra forma", apuntó.