Manuel Pedrero4 min lecturaEl Sevilla FC afronta un nuevo partido de LaLiga EA Sports ante un rival que compite por el mismo objetivo este temporada: eludir los puestos de descenso. Además, el Celta de Vigo se presenta este domingo en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán con nuevo entrenador tras la marcha de Rafa Benítez. Será Claudio Giráldez el que tome las riendas y haga su debut en la máxima categoría. Esta circunstancia inquieta a Quique Sánchez Flores, quien analizó el partido en sala de prensa.
Será un Celta cambiado el que juegue en Nervión a partir de las 14.00 horas el domingo. Preguntado por el cambio de entrenador, Quique apuntó: "Van a cambiar cosas. Todos los jugadores parten de cero. Genera un grado de optimismo que siempre ocurre en ese primer partido. Por otro lado está el bagaje de toda la temporada del Celta, que les genera estrés. Tenemos que hurgar en su situación de necesidad".
El técnico madrileño asegura que no aparta la mente del presente: "No puedo levantar la mirada del suelo y del equipo. Tengo una visión de estos tres meses. La situación diabólica del primer mes y mejor en el segundo. Hay una diferencia gigante del primer mes a lo que va ocurriendo ahora. Conoces bastante más a tu equipo y vas a los partidos con cierta tolerancia al estrés sabiendo qué puede pasar", comentó.
Y fue más allá en su análisis: "Nosotros intentamos ver qué nos puede ir mejor. Hacia dónde podemos ir. Estamos en un momento en el que el equipo suma puntos, en un tramo importante donde hemos jugado ante rivales difíciles y hemos competido bien. Vamos recuperando jugadores que llegan a un determinado nivel físico. Tenemos la consolidación de un modelo, pero por otro lado debemos confirmar otros aspectos. Por momentos, en el último partido se vio que desde el desorden somos vulnerables. Debemos garantizar el orden por encima de todo, para que a través de ese orden aparezca la calidad de los jugadores".
Con el empate de Almería aún retumbando en la cabeza, el sevillista dejó claro lo que no le conviene al equipo: "El intercambio de golpes es inquietante, pero era difícil procurar otra cosa en Almería. Otros equipos han ido allí a lo mismo. El rival propone partidos muy abiertos. No solemos jugar así y no significa que ataquemos menos. Cargamos mucho más el área ahora que hace unos meses. Tenemos más intención y atacamos más. La disciplina nos hace libres porque el jugador vuela, saca su talento y después sabe dónde volver".
También tuvo palabras para Isaac Romero y rendimiento actual: "Tiene una forma de jugar que no es pasajera, que llega y trasciende. Creo que podrá llegar a la selección, lo veo preparadísimo. No hay nada cómo tenerlo en tu equipo para ver los escalofríos que produce en las defensas rivales", apuntó.