Quique Sánchez Flores ha relanzado al Sevilla de una forma considerable y lo ha alejado de la zona de descenso con una serie de decisiones que han provocado una mejoría indiscutible y disparado la confianza de los futbolistas. Es un equipo distinto que ha sumado 11 puntos de los últimos 18 posibles pese a afrontar citas tan complicadas contra Valencia, Atlético, Real Madrid o Real Sociedad.
Desde luego no hay una única clave para explicar esta resurrección nervionense con el madrileño, aunque sin duda, una de ellas es la aportación de la dupla ofensiva formada por Isaac Romero y En-Nesyri, si bien hay otra, un poco solapada pero también muy importante, como la recuperación para la causa de futbolistas que desempeñaba un rol secundario antes de su llegada.
Es el caso, por ejemplo, de Óliver Torres, que con Quique ha adquirido un papel protagonista y que también ha tenido mucho que ver con el paso al frente dado por el equipo por su renacimiento en el centro del campo junto a Soumaré y Sow, o con Hannibal y Suso durante la cita con la Real Sociedad. El extremeño firmó una actuación muy destacada ante los donostiarras, la que culminó con una asistencia de gol a Sergio Ramos. Cuando estaba Mejbri en el campo, Torres fue el faro del juego sevillista y cuando entró Suso se soltó aún más, reflejo de que vuelve a sentirse cómodo.
Antes de Quique había sumado ocho minutos en los tres últimos partidos y su salida estaba clara, hasta el punto de barajarse que se marchara en enero, pero desde su llegada ha sido titular en siete de los once choques liguero y ha partido de inicio en los últimos cuatro de forma consecutiva, evidenciando que es una pieza indiscutible para el madrileño, sobre todo después de la lesión de Agoumé, que tendrá difícil recuperar su sitio cuando regrese.
Esta confianza de Quique y la respuesta de Óliver abre una vía inesperada en Nervión, pues el centrocampista acaba contrato en junio de 2024 y entraba dentro del plan de renovación de la plantilla que ha puesto en marcha Víctor Orta y que inició en enero con las salidas de pesos pesados como Rakitic. En principio no se barajaba la vía de la renovación, pero, salvo sorpresa, Quique Sánchez Flores continuará en el cargo para cumplir el segundo año de contrato firmado y el técnico considera al de Navalmoral de la Mata en un futbolista importante para él, por lo que, segun las indagaciones de ED, podría intermediar para que su ciclo en Nervión no se acabe en junio.
Obviamente, al margen del plan de Orta y lo que opine, aquí tendrá mucho que decir el futbolista, que, a sus 29 años, de nuevo se siente importante con un técnico que le comprende y ya frenó su marcha en enero. Tiene ofertas sobre la mesa, como la del Besiktas turco y una reciente procedente de Brasil, más concretamente del Corinthians. Ahora mismo su futuro podría estar más abierto de lo que parecía hace muy poco.