Alejandro Sáez7 min lectura“Vamos a mirar al futuro e intentar reconducir la situación”, decía días atrás José María del Nido en declaraciones en Deportes Cope Sevilla, donde aseguraba que tenía “el cien por cien de posibilidades de gobernar” el Sevilla FC, bien por acuerdo entre todos o por vía judicial, algo que a priori se pretende evitar para, así, no llegar a judicializar al Sevilla FC.
La Junta General de Accionistas del pasado 29 de diciembre puso de manifiesto que Del Nido no iba de farol, quedando el actual consejo de administración del club, dirigido por el todavía presidente José Castro, totalmente deslegitimado. "La junta cesó al Consejo de Administración. Ahora, de forma ilegítima está dirigiendo la entidad, yo no quiero judicializar el Sevilla, aunque tengo 100 posibilidades sobre 100 de gobernar. En los próximos días, no más de diez, si no se nos ha recogido el guante lanzado para llegar a un acuerdo iniciaremos las acciones judiciales para revertir esta situación, así sería judicialmente cesado el consejo de administración. El juzgado no acordará una nueva junta, acordará el cese, y para no llegar ahí, para eso hemos tendido la mano, y llegamos a un acuerdo en 15 minutos”, apostillaba Del Nido.
Y Castro y el actual consejo, a los que no les quedaba otra, recogieron el guante lanzado por el letrado hispalense, emitiendo poco después el máximo mandatario sevillista un comunicado en el que aseguraba que estaba dispuesto a sentarse a pactar lo que sea mejor para el Sevilla FC, dejando a un lado la lucha de egos y poniendo “todas las cartas sobre la mesa”.
En cualquier caso, no está Castro por la labor de vivir arrodillado, recordando en su comunicado que Del Nido dice una cosa en público y luego “incumple” los puntos de acuerdo.
Pero no sólo ha recogido el testigo Castro, sino también la familia Carrión, representada por el expresidente Rafael Carrión, segundo máximo accionista del club a título personal, después del propio Del Nido. Y en su escrito, también mostró su “disposición para alcanzar un acuerdo accionarial global y no excluyente, dando voz a todo el accionariado sevillista, en beneficio de la sociedad y del sevillismo”.
Lanzado el guante por Del Nido y recogido por los otros grandes accionistas, ahora toca saber cuál será el acuerdo en el que se trabaja y cuáles serían las líneas de diálogo en busca del entendimiento. Por el momento todo se antoja muy difuso, aunque son varias las pistas que ofrecen a ESTADIO Deportivo fuentes solventes que conocen de primera mano todo lo que se cuece en la planta noble del Sánchez-Pizjuán.
El objetivo de José María del Nido Benavente es evidente y lo ha declarado en un sinfín de ocasiones. No se trata de otra cosa que la de convertirse nuevamente en presidente del Sevilla FC y, ahora, que las cosas no van bien tampoco en lo deportivo, llevar a cabo una auténtica “revolución” en todas las áreas del club.
Fuentes consultadas por ESTADIO Deportivo aseguran a la redacción de este diario que llega ahora el momento de sentarse a hablar y conocer en primera persona, por dónde irían los tiros. El objetivo común de todos los grandes accionistas es intentar no tener que llegar a la judicialización del club, de ahí el apostar por un acuerdo. Más dudas hay sobre la postura de Castro a la hora de sentarse, tras haberse referido claramente a su deseo de que Del Nido cumpla con lo firmado. El expresidente nunca estaría dispuesto a que el futuro acuerdo pasara porque su hijo fuera el futuro presidente, como se determinó en el pacto de turnos y le tocaría a finales de 2023, y que Castro permaneciera como vicepresidente, manteniendo estos los elevados sueldos que actualmente se reparten en el consejo.
Si las intenciones a la hora de negociar por parte de Castro van por ahí, el entendimiento se antoja complicado; muy complicado a priori. En cualquier caso, habrá que esperar a que se inicien las conversaciones.
Muy diferente es el caso de la familia Carrión a la hora de sentarse a hablar. A estos se le presentaría un horizonte muy gris de llegar a un juicio. Y no tanto por perder los sueldos del consejo, algo que no les preocuparía en exceso. Y que las líneas de negociación con esta parte iría más encaminada a no quedarse fuera de la ecuación de cara a una hipotética y futura venta del club. Es decir, dar valor a sus acciones de cara a un futuro.
Mientras tanto, Del Nido y su grupo de empresarios afines siguen comprando acciones a un ritmo importante, comiéndose poco a poco las pequeñas porciones del pastel accionarial que aún quedan por repartir entre los grandes. En los próximos días habrá novedades al respecto.