El propio Jorge Sampaoli se encargó de confirmar lo avanzado por ESTADIO Deportivo, cuando en rueda de prensa se le preguntó por el interés sevillista en Dragovic, quien, según ciertas informaciones, podría ser ese segundo refuerzo avanzado que el presidente José Castro aventuró horas antes de que se llevara a cabo la Junta General de Accionistas del pasado 29 de diciembre. "Por los problemas que hemos sufrido con las lesiones de Marcao, Rekik y Telles necesitamos buscar un perfil zurdo. Dragovic es un central diestro que puede jugar en la izquierda, pero que no tiene esa capacidad para jugar de lateral izquierdo y es algo que necesitamos”, argumentó Sampaoli, dándole la estacada a un Dragovic que días después también dio su versión de los hechos públicamente.
Una oportunidad que Aleksandar Dragovic, jugador del Estrella Roja, aprovechó para darse un golpe en el pecho y hacer ver a los suyos que su deseo es seguir en Belgrado, donde esta temporada acumula 2.138’ de juego en 27 partidos (nueve de ellos, europeos). “El deseo de mi vida era jugar con la camiseta rojiblanca de Belgrado, ahora se ha hecho realidad. Es normal que a los clubes les interese, pero no pienso en ese sentido. Soy un jugador del Estrella Roja y mientras sea así no haré comentarios sobre los rumores”, dijo Dragovic, aspotillando: “Mi sueño de niño se hizo realidad. El Estrella Roja es más que un club para mí, es imposible que esté insatisfecho en mi amado club. Quiero jugar la Champions con el Estrella Roja y ahora mismo sólo pienso en esa dirección”.
Como todo en la vida, no todo es blanco o negro. Y en el no fichaje de Dragovic por el Sevilla FC este enero también hay grises. Y bastantes. Como ya informó la redacción de este diario, una vez arribado a Nervión Loïc Badé, el siguiente movimiento para la defensa que buscan Monchi y su dirección deportiva es un ‘Rekik’. Es decir, un central zurdo que pueda jugar también de lateral izquierdo. Un perfil que descarta de manera automática a Dragovic, que es diestro.
Eso, sin embargo, tampoco es sinónimo de que Dragovic no haya sido un refuerzo que haya interesado a Monchi de cara a enero. Todo lo contrario. Ha interesado, y bastante. Hasta el punto de que, incluso, podría llegar a decirse que era la opción preferencial, y no tanto un Loïc Badé con el que se negociaba de manera paralela y que, finalmente, ha sido quien ha acabado llegando como central diestro.
La falta de minutos que Badé ha tenido a lo largo de la primera mitad de la temporada y la necesidad de un rendimiento inmediato eran aquellos argumentos que empujaban a la dirección deportiva del Sevilla FC a darle prioridad a Dragovic, quien finalmente no acabará llegando a Nervión, estando descartado con la llegada del ex del Rennes, al que siguen desde hace años.
Mucho más sencilla que la razón expuesta por Dragovic ha sido la verdadera causa de que el zaguero austriaco no haya acabado arribando a Nervión. Y es que no se han conseguido las circunstancias en la que el Sevilla FC deseaba hacerse con sus servicios. Con contrato hasta 2024, la primera intención de los sevillistas era que Dragovic, a sus 31 años, consiguiera rescindir con el Estrella Roja y llegara libre. De no ser así, hacerlo en préstamo sin opción de compra obligatoria. Ni una ni otra fórmula fueron, finalmente, factibles, por lo que se decidió seguir avanzando por Loïc Badé.
Monchi y los suyos no quieren hipotecarse ahora en enero, cerrando ahora operaciones que puedan obligar a ejercer una obligatoriedad el próximo verano, cuando la dirección deportiva sevillista tiene previsto llevar a cabo una verdadera revolución en materia de fichajes y a lo que la planificación deportiva del Sevilla FC se refiere.