"Mi idea es incorporar un elenco de empresarios de primerísimo nivel que ayuden como gestores al Sevilla FC. Vamos a buscar unos que ayuden y otros que suplan a los que ya han cumplido su función. Si alguien piensa que funcionan todos los departamentos, que no nos nos vote, porque pensamos lo contrario. Si hay empleados que, cuando escuchan la palabra del máximo accionista y aspirante a la presidencia se disgustan y se ponen nerviosos, es lo que tienen que hacer, disgustarse y ponerse nerviosos, porque puedo moverles el sillón en cualquier momento. Nunca me ha temblado el pulso y, con el aliento de mi gente, somos invencibles", avisaba Del Nido Benavente a navegantes en su intervención en la Peña Sevillista de Los Palacios, donde contestó a preguntas de los simpatizantes y socios tan agudas y oportunas como las de los periodistas presentes. Habló de todo: las acusaciones de su hijo, los americanos, las diferencias accionariales con los que mandan ahora, el nuevo estadio...
No quiso referirse a un asunto que desconoce y que planteó una asistente: la posible exigencia de José Castro sobre su empresa como gestora de los alquileres de los futbolistas. "Eso deberían preguntárselo al presidente". Pero sí mantendría el sueldo que cobran los consejeros. Y lo explicaba de esta forma: "Recibir un salario supone profesionalizar el Sevilla FC. Sin haber recibido un sueldo en mi etapa, ya creía que debía estar profesionalizado. Y que, además, en el club deben estar aquellas familias que han aportado su capital para ser dueños. Que la retribución sea una parte fija y otra variable me parece una buena idea. De hecho, un miembro de mi equipo ha prestado las acciones necesarias para que Accionistas Unidos alcanzara el 6%". Se refería a que esta agrupación defiende que se maticen los desembolsos a los gestores.
No quiso ahondar el abogado hispalense, eso sí, en las decisiones deportivas que tomaría nada más llegar, en caso de poder hacerlo tras el 4-D, con un mercado invernal a las puertas y las figuras de Diego Alonso y su mentor, Víctor Orta, muy en entredicho actualmente: "Hablar de acontecimientos de gestión inmediata en la toma de decisiones en el Sevilla FC podría llevar a una inestabilidad a la sociedad en la que no voy a contribuir. Si el día 4 de diciembre tomo posesión de la presidencia, ya he dicho públicamente que en 100 días no conocerá al Sevilla FC ni la madre que lo parió. Si entro, encabezaré la expedición a Astorga. Si no, ya tengo alquiladas dos habitaciones para ver al Sevilla con los amigos. Y disfrutaremos en la grada del estadio, como he hecho toda mi vida. Cuanto antes tome las riendas, más fácil será convertirla en una entidad campeona que, en vez de gastar las alforjas, las llena y las duplique".