Ivan Rakitic y Fernando Reges ya le hicieron un favor marchándose en el mercado invernal, pero Víctor Orta tiene una 'patata caliente' sobre la mesa con el resto del plantel del Sevilla FC que termina contrato el próximo 30 de junio de 2024. En principio, los cedidos volverán a sus clubes de origen, ya que Alejo Véliz y Hannibal Mejbri han pasado desapercibidos con Quique Sánchez Flores, mientras que Lucien Agoumé no ha dado muestras de que se deban pagar ocho millones de euros por su pase. Tampoco se ejecutará la opción de compra por Boubakay Soumaré, salvo sorpresa, ya que asciende a 15 kilos y habrá una economía de guerra por la no clasificación para Europa, tras dos décadas prácticamente seguidas sellando el pasaporte, mayormente en Champions League, con la consiguiente reducción de ingresos por este concepto. Con todo, el pivote franco-senegalés interesa y se buscarán alternativas para retenerlo.
No habrá propuesta para Erik Lamela y casi seguro tampoco para Óliver Torres, entre otras cosas porque sería a la baja y, pese a ser titular ahora mismo y jugar mucho con casi todos los técnicos que ha tenido en Nervión, busca un contrato más jugoso, con pretendientes de todo tipo, especialmente exóticos. Con Örjan Nyland ya se discute una prolongación, pues firmó únicamente una temporada y se ha ganado con creces seguir. Parece sólo cuestión de acordar las cantidades, porque, si bien el noruego tiene opciones en la Bundesliga y en la Championship, está a gusto aquí y desea quedarse. Con Jesús Navas y Sergio Ramos hay un componente sentimental indudable, aunque, a día de hoy, solamente se antojan negociaciones serias con el camero. Por supuesto que se sentará a hablar el alto ejecutivo madrileño con el capitán palaciego, como no podría ser de otra forma, aunque la hoja de ruta pasa por una despedida con honores.
Mientras tanto, el central ha dado orden a su hermano y agente, René Ramos, para que estudie otros clubes, ya que no se le pasa por la cabeza dejar el fútbol todavía, pese a sus 38 años, pues las lesiones le están respetando mucho más que a su coetáneo canterano. Su prioridad, nunca lo ha ocultado, sería continuar en el Sevilla FC, sobre todo después de su feliz retorno y de su reconciliación con la parte de la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán que no lo 'tragaba'. Con todo, tiene exigencias. Como han contado este martes los compañeros de Canal Sur Radio, Sergio desea un proyecto ambicioso y competitivo para poder luchar por títulos en blanquirrojo, pues sería su sueño retirarse levantando una copa con el club de sus amores. Será más difícil, con un presupuesto más reducido, tanto como mejorarle el salario. Orta sabe que la 'ganga' del verano pasado (apenas un millón de euros netos) no se repetirá. El aljarafeño se ha ganado un caché más alto. La traba es cuánto más alto. Quizás un 1+1 salvaría ese escollo.