Juegue o no, Jesús Navas está siendo protagonista en esta primera vuelta de la temporada 24/25 allá por donde va. Su inminente retirada la próxima Nochevieja está haciendo recapacitar a muchos sobre la leyenda que personifica el palaciego, que sumó este sábado en Butarque un nuevo homenaje del rival de turno, rendido, incluso, a su figura en el cartel anunciador de la cita, y su partido número 700 con la camiseta blanquirroja. Coleccionista de récords y de éxitos, como demuestran sus 16 títulos (entre ellos, un Mundial, dos Eurocopas y una Liga de Naciones con la selección española), cumplirá en unos días 39 años en loor de multitudes. Todo estadio que se precie ha reconocido su legado (salió aplaudido hasta del Benito Villamarín durante el homenaje a Joaquín Sánchez por la afición del eterno rival), difícilmente igualable por un canterano hispalense. El '16' opacaba cualquier otro protagonismo en un encuentro para olvidar del Sevilla FC ante el CD Leganés... hasta que apareció Agoumé.
ÁLVARO FERNÁNDEZ: 5
Bien con las piernas para despejar el intento más peligroso del primer tiempo, obra de Miguel de la Fuente. Serio por alto para imponer su jerarquía y atinado con los intentos lejanos como el de Munir y el propio autor del 1-0, que le engañó en la pena máxima decisiva.
JOSÉ ÁNGEL CARMONA: 5
Eficiente ante Franquesa, algo menos con Munir y sus diagonales. Subió mucho, aunque apenas supo lo que hacer a la hora de centrar.
GUDELJ: 5
Volvió a ser central y no tuvo apuros para contener los contados y esquemáticos ataques del Leganés.
KIKE SALAS: 5
Aseado en la salida de balón, si bien se complicó lo justo. Mejor por alto que por bajo y con espacios a su espalda.
PEDROSA: 5
Aunque no logró ajustar del todo sus centros, fue el que más lo intentó, sirviendo balones continuamente desde el sector izquierdo.
LOKONGA: 6
Se las tuvo que ver con un clon como Cissé. Peinó de forma muy peligrosa un córner de Lukébakio que no mandó a la red en el segundo palo por poco su compañero de fatigas en la medular Agoumé. Intentó sumarse al ataque en varias ocasiones con cierto peligro y se asoció bien para completar un número aceptable de recuperaciones.
AGOUMÉ: 0
Acarició el gol en la primera llegada con peligro de los nervionenses (a través de la estrategia) y pare usted de contar. La sola acción del penalti y expulsión del minuto 80, en la que pecó de suficiencia y luego de inocencia, merece un muy deficiente. Aparte, no suma casi nunca, por lo que si resta de este calibre...
SOW: 3
Del 'trivote' de García Pimienta, era el encargado de descolgarse y aparecer en la frontal para intentar el disparo o sorprender desde atrás, aunque jamás lo logró. Otro encuentro en el que queda de manifiesto que nadie sabe a qué juega ni qué virtudes tiene.
LUKÉBAKIO: 5
Muy vigilado en esta ocasión, sus intentos fueron muy lejanos, aunque fue, de nuevo, el único que más o menos generó peligro. Terminó aburrido.
IHEANACHO: 3
Arrancó de extremo zurdo a pie cambiado, aunque la broma duró apenas media hora, acostándose Isaac ya antes del descanso. Repitió por fuera a ratos en la segunda mitad, siendo el primer cambio. Tiene culpa de estar mal físicamente y desatinado las pocas veces que se pone de gol (ninguna en Butarque), pero no de que lo reubiquen donde hace menos daño, incluso.
ISAAC ROMERO: 4
Con libertad de movimientos arriba, desahogó a finales del primer tiempo a un Iheanacho incomodísimo fuera de la punta de lanza y más cerca de la banda. Sigue desacertadísimo, hasta el punto de que ya parece algo más psicológico que deportivo. Le viene grande por ahora ser la referencia sevillista en ataque.
JESÚS NAVAS: 5
Vergüenza torera, empaque por su perfil y una normalidad a destiempo.
PEQUE: s.c.
Salió con uno menos y todo decidido ya, intentando ataques verticales pero inermes, a la desesperada.
JUANLU: s.c.
Casi ni contactó con el balón. Sin tiempo.
GARCÍA PIMIENTA: 3
El invento de Iheanacho como extremo zurdo duró un santiamén, moviendo el catalán a la banda a un Isaac al que tampoco se le caen precisamente los goles. Pertrechó su centro del campo, lo fio casi todo al contragolpe y renunció a la iniciativa en un partido donde no logró que sus laterales hicieran daño. Tardó mucho en hacer los cambios, aunque tampoco es que se dejara mucha pólvora en el banquillo. Su cara de desesperación en el banquillo tras el penalti lo dice todo. Resignado ante una plantilla corta y de escasa calidad que pide a gritos fichajes invernales para subsistir.