Puntos uno a uno del Sevilla FC frente a la Real Sociedad: Dmitrovic igualó las fuerzas

Pasillo de honor de la Real Sociedad al campeón de la Europa League, un Sevilla FC que bastante hizo con comparecer y dar guerra. A algunos seguro que les dura la resaca de la gozosa celebración de la Séptima o siente calambres en las piernas, pues medio equipo titular en Budapest tuvo que saltar de inicio o casi desde el principio en Anoeta. Mendilibar hizo lo que pudo, repartiendo cargas, dando oportunidades a los que menos habían jugado y mirando lo posible a la cantera, pues no ha podido tirar en este epílogo por sanción de Alberto Flores o Xavi Sintes por ejemplo. Al final, el amago de equilibrio lo propició Dmitrovic, que no pudo hacer nada en los dos goles donostiarras, pero que evitó unos cuantos más para dar vida hasta el final a los suyos. Lamela llegó tarde con el 2-1, si bien nadie podrá recriminar nada a una escuadra blanquirroja responsable hasta el adiós.

Así jugaron los blanquirrojos en San Sebastián:

DMITROVIC: 8

Muy atento abajo y seguro en el arranque, saliendo bien para encimar a Sorloth o Barrenetxea en varios manos a mano. No pudo hacer nada en los dos goles realistas, al tiempo que evitó un par de ellos más en la reanudación, transmitiendo siempre seguridad y confianza.

MONTIEL: s.c.

Se lesionó en una carrera a los nueve minutos y tuvo que retirarse a las primeras de cambio.

BADÉ: 6

Mejoró, como todo el equipo, en la reanudación, teniendo el 1-1 en sus botas en una melé y cruzándose bien para evitar la sentencia realista. Bailar con la más 'fea', Sorloth, le generó apuros.

GUDELJ: 5

Contundente en los primeros compases al cruce, no despejó bien en la acción que supuso el primer gol realista. Mendilibar le dio sólo cuarenta y cinco minutos para evitar lesiones, pues fue titular en Budapest.

HORMIGO: 5

El debutante lo pasó mal con las caídas a su banda de Kubo, que le cogió varias veces la espalda, y las subidas de Gorosabel, pero fue bien al choque y, en cuanto vio espacio, recorrió su banda al contragolpe para intentar centrar. Sustituido al descanso.

MANU BUENO: 7

Debió realizar bastantes coberturas, muchas de ellas exitosas. Destruyó, pero también exhibió su criterio en la medular. Pudo hacer el empate nada más iniciarse la segunda mitad en una falta ensayada con un zurdazo ajustado desde la frontal.

PAPE GUEYE: 4

Exhibió su buen punto físico para ayudar a compañeros más cansados, pero se le vio atolondrado y precipitado en varias acciones, con imprecisiones y resbalones inoportunos. Terminó persiguiendo sombras, muy desconectado.

LAMELA: 7

Juegue lo que juegue, se lo toma todo como una final. Percutió por ambos perfiles y apareció en zonas interiores, como en la acción del 2-1.

ÓLIVER TORRES: 7

Otro que superó el cansancio para ser el líder en ataque y creativo del Sevilla. Pudo igualar la contienda nada más volver de vestuarios. Corrió mucho, pero casi siempre con sentido, y mejoró las acciones que pasaron por sus botas.

'PAPU' GÓMEZ: 5

Partía a priori de los costados, pero se ofreció constantemente por dentro, tratando de sorprender a la espalda de la defensa local.

RAFA MIR: 4

Un par de llegadas al principio y nada más después, como si le hubiese cogido asco al partido, aunque parte de culpa fue de quien no le surtió de balones.

JESÚS NAVAS: 5

Tuvo que salir antes de lo previsto por la lesión de Montiel. Inoportuno resbalón en el 1-0. Casi sin gasolina, trató de cerrar su banda en defensa y apenas se proyectó.

NIANZOU: 5

No desentonó, aunque se echó de menos su poderío aéreo y más intensidad al cruce.

ALEX TELLES: 5

Cerró mejor la banda izquierda y se permitió algunas incursiones en ataque.

SUSO: 6

Dio un plus al ataque sevillista, con asistencia de gol a Navas y varios tiros peligrosos desde la frontal, incluso a pie cambiado.

'TECATITO' CORONA: 4

Nda de nada. Sin fondo físico y con aparente desidia, no aprovechó los minutos finales.

JOSÉ LUIS MENDILIBAR: 6

Refrescó al máximo su once, recurriendo a los que tenían menos carga de trabajo a sus espaldas, aunque algunos tuvieron que repetir inevitablemente. Fue dosificando a los que tenían que repetir, procurando siempre que el Sevilla fuera reconocible y no perdiera la iniciativa, pese al empuje local.