El puesto de Diego Alonso... y el de Víctor Orta

La pésima situación por la que atraviesa el Sevilla FC es un caldo de cultivo ideal para todo tipo de rumores y especulaciones acerca del futuro de Diego Alonso, que solamente ha logrado ganar dos partidos de los doce en los que estuvo al frente del equipo blanquirroja, los menos exigentes (en Copa del Rey ante los modestos CD Quintanar y Atlético Astorga). Continúa inédito en LaLiga y la Champions League el uruguayo, que ha perdido cuatro de las siete citas más recientes y tres de las últimas cinco. Ni que decir tiene que, si con este escaso bagaje ha contado con el respaldo de la dirección deportiva y el consejo de administración, inaugurar su casillero de triunfos importantes este martes en Lens, consiguiendo de paso la clasificación para la ronda de 'play off' de la UEL, despejaría de un plumazo las dudas sobre su continuidad, que, por otro lado, quedaría en entredicho con los otros dos signos en el marcador, que conllevan el adiós definitivo a Europa en lo que se refiere a este curso.

En cualquier caso, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, no existe un ultimátum tácito o explícito al ex seleccionador charrúa. En otras palabras: no se le ha comunicado que empatando o perdiendo en la sexta jornada de la fase de grupos de la UCL vaya a ser despedido. Por tanto, salvo giro de los acontecimientos relacionado con una hipotética muy mala imagen añadida en el Bollaert-Delelis, Alonso se sentaría a esta hora el próximo sábado 16 de diciembre (18:30 horas) ante el Getafe CF. Entonces, de proseguir esta dinámica negativa, el Ramón Sánchez-Pizjuán dictaría sentencia. Una patada hacia adelante de los que mandan en Nervión, que no están en absoluto seguros de que cambiando de entrenador se solucionen los problemas. Antes al contrario, están muy satisfechos con el trabajo realizado por el de Montevideo, cruzando los dedos para que el rumbo varíe de una vez y, con los cambios ideados en el mercado invernal, el proyecto quede definitivamente reflotado.

Dejando claro, por tanto, que no se atisban en el horizonte destituciones ni ceses (léase una renuncia del propio técnico, que confiesa en su círculo cercano encontrarse con fe y con fuerzas), la obligación de la dirección deportiva del Sevilla FC es estar al tanto de los recambios por si hubiera que tomar una decisión drástica. A este mismo periódico desmienten fuentes muy cercanas a Diego Martínez, pendiente de cobrar el finiquito del Olympiacos FC, que haya habido llamada o sondeo de algún tipo al vigués, al que muchos ven como un sustituto idóneo para Diego Alonso por estar en paro, no ser demasiado caro, conocer la casa y predicar un fútbol mucho más pragmático. Lo que sí se desea evitar es una solución de urgencia tipo Joaquín Caparrós o Manolo Jiménez. De tocar esa tecla, aclaran desde la planta noble de la 'Bombonera', se recurriría a un perfil similar a José Luis Mendilibar. De fuera y curtido en el barro.

Por otro lado, pese al ruido en las redes sociales, el consejo de administración sevillista no espera una dimisión de Víctor Orta en caso de que toque cambiar de entrenador. Por mucho que haya sido su principal mentor y casi único defensor en algunas discusiones internas, el madrileño tiene claro que ha vuelto para liderar una proceso de renovación post Monchi que va más allá de fracasar con una elección de este tipo. Hay que recordar que, antes de dejarle apostar por el uruguayo, fue instado a entrevistarse con Marcelo Gallardo, Marcelino García Toral y Javi Gracia, que declinaron la oferta o exigieron demasiado dinero, demasiados fichajes o demasiados años. Ni el ex planificador del Leeds se irá en ningún caso ni lo echarán. Con todo, según la encuesta propuesta en 'www.estadiodeportivo.com', un amplio sector del sevillismo habría perdido la confianza en él (un 62,77%), mientras un 37,23% lo mantendría.