Se llama Javier Rabanal y, a sus 43 años, ha vuelto este miércoles a España, su tierra, para enfrentarse mañana jueves (21:00 h) con el Sevilla FC en la ida de la ronda intermedia de la Europa League en busca de una plaza en octavos de final. El de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) es el segundo entrenador del PSV Eindhoven, la última escala de un trotamundos del fútbol a quien aprender inglés y tener actualizado su perfil de Linkedin le ha abierto las puertas de varios continentes. Formado en el fútbol base canario, los contactos a la hora de organizar campus y torneos le granjearon una oferta de la Futuro Soccer Academy de Ottawa (Canadá). Un par de meses en Norteamérica fueron suficientes para que diera el salto a China, donde trabajó casi dos años en la Leyi Academy de Changsha, una experiencia inolvidable que, fruto en parte de la casualidad, le devolvió a Europa a través de Eric Tenllado, entonces seleccionador sub 15 canadiense. En concreto, a los Países Bajos, donde hizo carrera en el Willem II.
En el histórico club de Tilburgo, este entrenador y preparador físico se convirtió en Jefe de Metodología y Desarrollo, adiestrando de paso al equipo sub 19 y enfrentándose en 2018 al que ahora es su jefe, Ruud van Nistelrooy, que se formaba ya en la cantera del PSV. Cuando pensaba que dirigiría en esta 22/23 al filial, el ex delantero de Real Madrid y Málaga lo llamó para que fuese su ayudante, aunque el reto se multiplica al promocionar ambos al primer equipo. La campaña no ha podido comenzar mejor, con la conquista de su primer título, la Supercopa neerlandesa, aunque en la Eredivisie les está costando seguir el ritmo de Feyenoord, Ajax y AZ Alkmaar, mientras que, en Europa, no alcanzaron la Fase de Grupos de la Champions League, eliminados por el Rangers tras dejar en la cuneta al Mónaco. Ya en el segundo torneo continental, el Arsenal mandó en su grupo, alcanzando una segunda plaza que les obliga a este 'play off' con un descolgado de la UCL, el Sevilla, para seguir adelante.
A Rabanal se le puede aplicar la famosa frase del primer anuncio que se hizo en España con la tecnología 'Deep Fake', que 'revivió' a Lola Flores para Cruzcampo e hizo viral aquello de '¿Tú sabes por qué a mí se me entendió en todo el mundo? Por el acento'. En concreto, en el caso del tinerfeño, el inconfundible acento canario, aunque él habla inglés y su superior sigue 'chapurreando' el español tras su paso por LaLiga. Por eso, a Van Nistelrooy no le costó nada entenderse con el bético Ayoze Pérez a finales del mes de enero, cuando se cayó su pase al Villarreal por esperar a los verdiblancos, que no lograban el margen salarial suficiente para encajarle al enquistarse las salidas de Loren (que se marchó finalmente cedido a Las Palmas), Lainez (ya en Tigres), Camarasa (rescindió para firmar en el Oviedo) o Paul (que no concretó su pase al Espanyol). En esa tesitura, el PSV contactó con el atacante tinerfeño para ofrecerle una salida mucho más jugosa (habría ganado en torno a 1,4 millones más que aquí), pues su entrenador veía en él un buen recambio para Gakpo, traspasado al Liverpool por la nada desdeñable cifra de 42 kilos.
Rabanal se ofreció como 'cicerone' para Ayoze, al que no sólo le une su procedencia. Y es que coincidieron sobre el terreno de juego en un Victoria-San Andrés de la Preferente Tinerfeña. Javier, en aquella temporada 2010/2011, se ocupó del Primera Cadete y del sénior, quedando impresionado, pese a la derrota entonces (1-0) del que pudo ser doce años después su pupilo, por el jovencísimo delantero, que tenía apenas 17 años. En realidad, el hoy dorsal 21 del Betis, a quien esperó hasta la extenuación y perdiendo dinero por sus ganas de ponerse a las órdenes de Manuel Pellegrini, había vuelto ese curso al División de Honor Juvenil del club de Anaga, en el que se formó entre los ocho y los diez años, aunque ya pertenecía al CD Tenerife desde 2004. Apenas unos meses después, en el verano de 2012, ese fino atacante dio el salto al primer equipo albiazul. Siempre en Segunda, 'se salió' literalmente la temporada siguiente, la 13/14, cuando firmó 16 goles y 7 asistencias para que el Newcastle se lo llevara por apenas dos millones de euros y lo vendiera cinco años más tarde al Leicester por 33,4. Tras su longeva y fértil aventura en la Premier League, Ayoze Pérez quería volver a casa, donde el Betis frustró su reencuentro con Rabanal.