La despedida de Jesús Navas del Sánchez-Pizjuán como futbolista en activo vino cargada de momentos emotivos. Era un día para rendir tributo a una Leyenda sevillista que ha dejado un sello imborrable en el equipo de su alma. No sólo por haber batido todos los récords con su camiseta, siendo el jugador con más partidos o el que más títulos ha levantado, sino por su carácter sencillo y humilde que le ha hecho ganarse los corazones de todos los amantes de este deporte. Además, la fiesta de su adiós fue completa gracias, precisamente, a otro canterano. El gol de Manu Bueno dejó los tres puntos en Nervión ante el Celta de Vigo y el jerezano no dudó en dedicárselo al gran referente de todos aquellos que trabajan día a día en los escalafones inferiores.
"Ni en mis mejores sueños habría imaginado algo así", confesó tras el partido el centrocampista, que ve cómo empieza a cumplirse la promesa que le hizo el Sevilla FC el pasado verano, cuando se produjo un giro inesperado que afectó de forma crucial a su futuro. No en vano, todo estaba prácticamente hecho para que saliera cedido, pero a última hora, los responsables blanquirrojos decidieron dar marcha atrás.
Como informó ESTADIO Deportivo en el mes de agosto, fue el propio club de Eduardo Dato el que le abrió la puerta de salida en la última semana del mercado. De hecho, entabló contactos con el Cádiz para que se marchase cedido a Segunda división, al entender que ese salto sería lo más positivo para su progresión, tras ser uno de los grandes artífices el curso pasado del ascenso del Sevilla Atlético a Primera RFEF.
El mediocentro, por su parte, no veía con malos ojos ese cambio de aires, aunque con otro destino. Así, priorizó la opción de poner rumbo a la Eredivisie de Países Bajos, donde avanzó en las negociaciones con el Almere City ante el fuerte interés de su técnico, el ex sevillista Hedwiges Maduro. Le hacía especial ilusión formar parte del equipo neerlandés, pero la dirección deportiva cambió de planes de repente y le cerró la puerta de salida, algo que no gustó del todo a Manu Bueno.
Tal y como confesó posteriormente él mismo, uno de los motivos para descartar su marcha fue que podría tener "oportunidades con el primer equipo", como le transmitieron desde el propio club. Un compromiso que este pasado sábado comenzó a cumplirse con su primer partido a las órdenes de García Pimienta, con el premio añadido de un gol que jamás olvidará. Ha tardado en llegar ese momento prometido, viendo como técnico catalán hacía debutar por el camino a otros cinco canteranos. Pero Manu Bueno ha esperado la ocasión paciente, siendo mientras tanto un fijo en el filial, con el que suma otro tanto y dos asistencias en 14 partidos, y ha aporreado al fin la puerta para que el entrenador sevillista siga confiando en él.
Ya el pasado curso participó en seis encuentros entre LaLiga y la Copa del Rey, con Diego Alonso y Quique Sánchez Flores a los mandos, aunque su debut se produjo en la 22/23, bajo la batuta de José Luis Mendilibar, que le dio la camiseta de titular en las dos últimas jornadas del campeonato liguero. Ahora, a sus 20 años, y con contrato en vigor hasta 2026, el jerezano adquiere nuevos argumentos para cumplir su sueño, como dejó claro meses atrás: "Mi objetivo es poder asentarme en la primera plantilla del Sevilla".