El eje de la defensa ha sido un verdadero quebradero de cabeza para el director general deportivo del Sevilla FC. Tanto es así que, aunque la demarcación tiene en clave blanquirroja a cuatro futbolistas en propiedad y uno en ciernes, José Luis Mendilibar, como antes Julen Lopetegui y Jorge Sampaoli, acabará la temporada 2022/2023 jugando con un pivote de central. Nemanja Gudelj se ha hecho con el puesto, generalmente en el perfil zurdo para más complicación, por la plaga de lesiones que han sufrido ahí los nervionenses. Primero, Marcao, que llegó en verano del Galatasaray a cambio de 12 millones de euros fijos y tres en variables, pero sólo ha podido disputar diez partidos oficiales. Nianzou, que el Bayern solamente soltó por 16 kilos, ha sumado más (29, con 2.215 minutos), pero también lleva tiempo en el dique seco, lo cual, unido a la intermitencia por el mismo motivo del ya restablecido Rekik, obligó a Monchi a acudir al mercado invernal.
Tuvo más suerte con Badé, que venía de no tener un mísero minuto en el Nottingham Forest, aunque aquí ha rendido a gran nivel. El Sevilla ya ha negociado con el Rennes las formas de pago de la opción de compra que tiene por él, cifrada en 12 millones de euros por el 75% del pase, por lo que sumará un quinto elemento a esa demarcación. Porque también está fichado desde febrero Gattoni, que se ha quedado cedido hasta el 30 de junio en San Lorenzo, por lo que la nómina, recapitulando, será ingente: Nianzou, Marcao, Rekik, Badé, Gattoni... y regresan Kike Salas y José Ángel Carmona, cedidos en el Tenerife y el Elche, respectivamente, aunque el segundo puede ejercer también de lateral diestro y tiene posibilidad de ser comprado por los franjiverdes. Demasiados para pensar en otros nombres, aunque estos dos últimos, previsiblemente, volverán a salir si regresan, mientras que algún otro podría seguir un camino similar para foguearse.
De todas formas, a Monchi le queda una 'espinita' clavada en el eje de la retaguardia. Un futbolista que le encanta, por el que preguntó en las dos últimas ventanas de transferencias, aunque encontrando la férrea oposición del dueño de sus derechos hasta 2026. Se trata de Victor Nelsson (26), compañero de Marcao en el Galatasaray, pero cifrado en el doble por los turcos, que pagaron siete millones de euros por él al Copenhague. Su tasación en el mercado se mantiene alta (16,5 kilos), por lo que nunca aceptaron los estambulistas ni una rebaja ni una cesión con pluses: señalaron siempre su cláusula de rescisión, de 25. Esa intransigencia y las apreturas económicas nervionenses, con el límite de gasto impuesto por LaLiga como gran culpable, ha hecho que en el Ramón Sánchez-Pizjuán se olviden un poco del nórdico, que se enfadó bastante por el rechazo de las propuestas llegadas desde Eduardo Dato, aunque le compensaron con una subida de sueldo.
Ahora, los dirigentes del 'Galata' estarían de gira por Inglaterra para intentar hacer caja con Nelsson y con sus otros dos puntales, el lateral derecho francés Sacha Boey (22) y el mediapunta italiano Nicolò Zaniolo (23). Hay varios pretendientes para los tres, empezando por el carrilero, que gusta mucho al Arsenal, mientras que por el central, que parecía tenerlo hecho con el Crystal Palace, ha preguntado recientemente el Tottenham. El precio de salida de ambos es el mismo: 25 millones. Por su parte, el atacante llegado de la Roma a cambio de 15 tiene una cláusula por el doble, que se activa en verano al parecer, con clubes como el Milan muy pendientes de sus evoluciones, aunque en la Premier League gusta también.