Álvaro Palomo4 min lecturaMarcao ha protagonizado, sin duda, una de las mejores noticias de esta semana en clave sevillista al trabajar con el grupo con total normalidad y dejar atrás aparentemente la lesión que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego durante cuatro partidos.
El brasileño sufrió ante el Rayo Vallecano una rotura muscular en el recto anterior del muslo izquierdo, exactamente lo mismo que Agoumé, y se vio obligado a parar de nuevo justamente cuando había conseguido la continuidad que le ha faltado desde que aterrizó en Nervión por los continuos imprevistos físicos.
El central ganaba seguridad con los partidos y era un fijo en el centro de la defensa de Quique, donde empezaba a exhibir la versión por la que Monchi le reclutó el verano de 2022. Así, logró encadenar cuatro titularidades en LaLiga más dos en la Copa del Rey y se había hecho fuerte en el eje de la zaga.
Sin embargo, esta nueva lesión le frenó en seco y ahora que se ha recuperado se topa con un serio problema, pues el sitio que dejó cuando se quedó fuera de juego tras la cita con el Rayo ya no se encuentra disponible y, a priori, no le resultará nada sencillo ganarse un puesto en el once inicial de Quique Sánchez Flores.
En su primera ausencia, ante el Atlético, el técnico se vio obligado a jugar con dos centrales (Badé y Ramos), pero el regreso de Kike Salas, muy de la confianza del madrileño, le permitió regresar a su esquema fetiche desde que cuenta con Isaac Romero y En-Nesyri arriba, con tres hombres en el eje defensivo, con nombres y apellidos.
Así, contra el Valencia ya empleó a Sergio Ramos, Loïc Badé y Kike Salas y ha repetido fórmula en los dos siguientes choques ante Real Madrid y Real Sociedad con sensaciones muy satisfactorias, convirtiéndose ahora mismo en un tridente fijo para Quique Sánchez Flores.
El canterano atraviesa por un momento de forma espléndido y se erige en una pieza fundamental para el entrenador, que ya le ha dedicado elogios en varias ocasiones, por su rentabilidad, entusiasmo y versatilidad. Ahora mismo es intocable, al igual que Sergio Ramos, que, aunque el sábado metió a la Real en el partido con el penalti en contra, es el líder indiscutible de la defensa y cuando ha estado disponible lo ha jugado absolutamente todo con Quique.
Quizás Badé, podría ser el resquicio por el que Marcao hacerse un hueco, pero lo cierto es que el francés también se ha crecido en el mejor momento del Sevlla y tanto en zona como fuera de ella se encuentra a un nivel alto y se entiende a la perfección con Salas y Ramos, del que asegura que le ha hecho crecer como futbolista. Por tanto, el brasileño tendrá que pelear duro para recuperar un puesto que ahora no se encuentra disponible.
Cabría la posibilidad de que Kike Salas jugará por la izquierda en lugar de Pedrosa y Marcao saltara junto a Ramos y Badé, pero la fórmula con el canterano en el centro funciona y extrañaría que la cambiara para dar entrada a un recién recuperado.
Si Navas no llega a tiempo y debido a la lesión de Juanlu, Quique tendrá que improvisar en el carril diestro, pero es muy probable que sea Ocampos el que otorgue recorrido a dicha banda.