Juanlu Sánchez se incorporó a la pretemporada del Sevilla el pasado verano con la medalla de oro conquistada en los Juegos Olímpicos de París y con su nombre resonando en el panorama internacional por una progresión que no pasa desapercibida para grandes clubes, como el caso del Real Madrid, que le sigue desde hace tiempo.
Su retraso en sumarse al trabajo a las órdenes de García Pimienta no fue obstáculo para que el técnico aprovechara el 'momentum' del de Montequinto y, desde primera hora, le hizo un sitio en sus planes, aunque no como carrilero diestro, posición en la que irrumpió en el primer equipo y conquistó la gloria con la selección, sino en la que despuntó en sus orígenes, como mediapunta o interior. El míster nervionense, con confianza plena en Carmona en la diestra, consideraba oportuno aprovechar su llegada y calidad en el centro del campo y, de inicio, le funcionó, porque marcó contra Las Palmas y lo volvió a hacer contra el Villarreal, aunque en esta ocasión fue anulado.
No obstante, en esta posición participaba poco en el juego y, tras ser suplente ante el Mallorca, su última aparición como titular fue contra el Girona, en la que prácticamemte pasó desapercibido en todos los sentidos, también en tareas defensivas pese a su compromiso, lo que permitió a los de Míchel salir desde atrás con suma comodidad. A partir de ahí decayó su presencia considerablemente, a lo que se sumó que fue expulsado de forma casi inmediata y polémica cuando saltó al campo contra el Getafe.
Desde ese día, hace un mes, Juanlu tan solo ha disputado 45 minutos entres partidos, sin contar el que se perdió contra el Alavés por sanción, y por primera vez fue como lateral, cuando entró en el campo tras el descanso en la cita contra el Athletic, pues, ante la fragilidad de Barco, desplazó a Carmona a la izquierda y él ocupa la diestra. Un espejismo, porque en el derbi todo volvió a la normalidad. Y es que ahora mismo Juanlu se ha quedado sin sitio en el once de Pimienta, tanto en cuanto Carmona es intocable en la derecha y Peque se ha hecho fuerte en el centro del campo por delante del doble pivote, lo que le cierra el paso en la demarcación en la que empezó jugando.
Ahora mismo, para García Pimienta, sin competición entre semana más allá de la Copa, es un problema encontrarle un hueco al nazareno, con lo que supone de cara a su valor de mercado, que podría sufrir un descenso por su papel secundario. Su falta de protagonismo en Nervión no ha impedido su llamada por la sub 21, donde ahora brillan precisamente Peque y Carmona, pero su situación empieza a inquietar en el Sánchez-Pizjuán.