Dodi Lukébakio se ha convertido, sin duda, en uno de los principales cheques en blanco del Sevilla junto a Loïc Badé por su paso al frente en la presente temporada, en la que está exhibiendo con mayor regularidad su indiscutible calidad y capacidad para desbordar. El belga ya suma cinco tantos en esta campaña y se ha revalorizado considerablemente de cara al mercado, lo que quedará reflejado en la próxima revisión de Transfermarkt a su tasación. En junio lo bajó a 12 millones por su irregularidad como sevillista, pero su explosión lo elevará posiblemente cerca de su pico, alcanzado con el Hertha, cuando se le tasó en 21 millones.
Y es que el extremo se erige en el principal argumento ofensivo del Sevilla, el factor diferencial, y más ahora que se ha lesionado el otro puñal, Ejuke, y en este momento se sitúa entre los máximos regateadores de LaLiga, en el quinto puesto con un total de 24, y se le considera entre los futbolistas más agitadores del campeonato doméstico.
En este sentido, sus dos magníficos goles contra el Espanyol, ambos de bella factura, han reforzado su posición en el mercado internacional y en Italia se multiplican las informaciones sobre el interés de la Juventus, desvelado semanas antes atrás, cuando se informó de que el director deportivo bianconero, Cristiano Giuntoli, estuvo en las gradas del Olímpico de Roma para seguir en directo las evoluciones del extremo sevillista en el Italia-Bélgica de la Nations League. Un seguimiento que, según la Gazzetta dello Sport, responde a que la 'Vecchia Signora' tiene apuntando en su agenda el nombre de Lukébakio.
A partir de ahí, se han producido diferentes informaciones al respecto y su doblete contra el Espanyol ha reavivado el tema hasta el punto de que diversos medios en Italia, como Juventusnews24, ratifican que el de Bruselas es objetivo de la Juventus a la par que se hacen eco de los dos tantos.
Esta exhibición, lógicamente, ha agudizado la antena de numerosos clubes del Viejo Continente y propiciado que en Turín empiece a traspasarse la barrera del simple espionaje para tornarlo ya en un vivo interés.
A sus 27 años, Lukébakio atraviesa por uno de los mejores momentos de su carrera y ha tomado el relevo de En-Nesyry como el futbolista más vendible de la plantilla junto al central galo, lo que era impensable cuando terminó el curso pasado. Sus cinco dianas y la permanente sensación de peligro lo ponen en medio del escaparate y en Nervión se frotan las manos de cara a verano, porque, salvo oferta irrechazable, no se plantean desprenderse de un pilar en enero.