El gravísimo error de Agoumé ha acaparado protagonismo en la derrota del Sevilla en Butarque, pero García Pimienta no se ha librado ni mucho menos de las críticas por el planteamiento ante los pepineros o su gestión con los cambios, tardía y desacertada a tenor de la ausencia de reacción del equipo.
En este sentido, las dos derrotas consecutivas en LaLiga y, sobre todo, la pésima imagen ofrecida por un equipo que ha involucionado tras su positiva racha han situado de nuevo al técnico catalán en el punto de mira y ya arrecian las críticas al técnico por parte de la afición. Es cierto que se ha visto perjudicado por muchos errores individuales, como el Marcao o Agoumé, pero también que no termina de encontrar soluciones para los problemas del limitado equipo nervionense.
Al margen de los reproches del sevillismo, cabe afirmar que su continuidad no se encuentra ahora en tela de juicio tanto en cuanto es una cuestión que ni siquiera se plantean en la planta noble de Nervión, donde mantienen plena confianza en la labor del preparador de origen catalán. No en vano, la directiva tomó la controvertida decisión de renovarle hasta 2027 justo después de ganarle al Valladolid aunque la propuesta se le hizo cuando todavía no había conseguido ningún triunfo.
La cúpula apuesta por un proyecto a largo plazo, pero, obviamente, no puede actuar a la espalda de los resultados y si el equipo no se levanta con el paso de los partidos debería plantearse un cambio de rumbo y más si hay en el mercado entrenadores que se encuentran en la agenda de la dirección deportiva desde hace tiempo. Y es que, independientemente de la postura actual de los dirigentes, la presión aumenta inevitablemente sobre García Pimienta a medida que el Sevilla baja escalones en la tabla y ofrece sensaciones muy negativas.
Una situación a la que podría contribuir en cierto modo el hecho de que un entrenador muy del gusto de los nervionenses ha quedado libre muy recientemente y se erige en una vía disponible a día de hoy en el caso de que el club se viera obligado a cambiar de opinión más adelante si no hubiera reacción. En este sentido, Ivan Juric, que vistió la camiseta del Sevilla como jugador y ha sido tanteado en más de una ocasión, fue destituido ayer de manera fulminante de la Roma por los malos resultados después de haber aterrizado el 18 de septiembre en el Olímpico y haber dirigido 12 encuentros. El croata no ha logrado enderezar el rumbo del equipo, con cuatro victorias, tres empates y cinco derrotas, a lo que se ha sumado su guerra con Dybala, al que ni siquiera convocó en el último partido.
Cabe apuntar que Juric se encontraba entre los candidatos para sustituir a Quique Sánchez Flores una vez que se terminó su etapa en el Torino y ahora reaparece en el horizonte nervionense.