El Sevilla FC sigue esperando que Chelsea o Barcelona, los dos grandes interesados (eso es incuestionable) por Jules Koundé, den un paso al frente. Pero de verdad. El juego desatado este verano entre Londres y la Ciudad Condal, con varias cuentas pendientes (Lewandowski, Raphinha) y un espectáculo mediático sin precedentes, se ve venir de lejos. La presión como arma en un mercado muy limitado en lo que a grandes desembolsos se refiere por el 'Fair Play Financiero', el tope salarial de LaLiga y las propias deudas de los clubes. La estrategia está clara: convencer al futbolista (ojo, hay que recordar que bajo contrato con otro club y con más de seis meses de vigencia, lo cual es ilegal en teoría), filtrar ofertas rimbombantes e, incluso, pactos cerrados con el fin de espantar al oponente, que termina cansándose y yendo a por otros objetivos. Entonces, al quedarse solos en la subasta, toca rebajar el producto.
De momento, en el Ramón Sánchez-Pijzuán siguen firmes, asegurando a todo el que pregunta que únicamente han arrancado las negociaciones con los 'blues' y que no tienen noticias de Laporta o Alemany. Cero. Por eso, lo de los principios de acuerdo, las pujas superadas y la entente entre Sevilla y Barça... En fin. Jijantes FC, Sport y Cope Barcelona han ido informando en los últimos días de estos avances, desmentidos desde la cúpula nervionense, por lo que hay que inferior que los que mandan en el Camp Nou han ido soltando globosondas con la intención antes referida. Y que conste que, seguramente, se vuelvan a salir con la suya, aunque Monchi deja claro que no venderá al zaguero por menos de 65 millones de euros.
Mientras tanto, desde Inglaterra, el Chelsea ha activado también su ingeniería mediática. Tuchel sonríe en las ruedas de prensa, se enfada con las artes barcelonistas y manda parar las gestiones por Marcos Alonso y Azpilicueta, pero filtra luego que Koundé tampoco es que le vuelva loco, que lo ve bajito para la Premier y que ya están mirando otros centrales. Los expertos en el mercado, que suelen atinar los tiros las más de las veces, se echan las manos a la cabeza. No saben descifrar el 'culebrón', porque, pregunten a quien pregunten, se encuentran con una versión radicalmente opuesta. Los londinenses dicen haberse retirado de la subasta, pero realmente no han plasmado por escrito su oferta verbal de 50 millones fijos y cinco en variables. Eso es lo que ha pasado. Ni flecos, ni dilación blanquirroja. Queda el fax desde Stamford Bridge. Lo tenían hecho, pintiparado, pero no rematan.
Mientras tanto, lo único cierto de las filtraciones del Barça es que Jules prefiere vestir de azulgrana. Tampoco es que le desagradase ir al Chelsea, pero Xavi le ha convencido de que será capitán general, central diestro y no lateral como prefiere Tuchel. No desea arriesgar a las puertas del Mundial de Qatar. Encima, su agente le ha dicho que ganará más en la Ciudad Condal. Unos seis millones fijos y casi dos con los pluses, ya que Laporta no tiene problema en que cada cual gestione sus derechos de imagen, algo vetado en otros clubes. Koundé no presiona ni para irse ya ni para que sea hacia un rival directo del Sevilla, pero esa tercera pata del banco está más o menos apoyada ya.