Lo más polémico de la jugada más polémica del Sevilla FC-Real Sociedad de este domingo fue, en realidad, que Muñiz Ruiz no señalase penalti de Marcao Teixeira a Martín Zubimendi en primera instancia cuando el brasileño frenaba con su brazo derecho la irrupción en el área local del pivote vasco, que le regateó casi sin querer, saliéndole un amago al arrepentirse del pase que tenía en la cabeza inicialmente. La acción siguió, con el gallego muy cerca, y terminó en un fuera de juego que, a la postre, tampoco era, como demostró el sistema semiautomático que se aplica desde esta temporada en LaLiga. No lo era, además, por mucho. Por suerte para los donostiarras, Trujillo Suárez analizó lo que había acontecido desde Las Rozas y avisó al juez principal de su inexplicable error, pues las repeticiones no dejaban demasiado margen para el debate.
Seguramente, la dilación en la sala VOR se debió a la revisión de las posiciones en el inicio, rebobinando para cerciorarse de que no había una 'fuerza mayor' que impidiera el decreto de los once metros, lo que terminó sucediendo en el minuto 67 para que Mikel Oyarzabal ampliara distancias en el marcador con el 0-2, muy ajustado por bajo al palo, imposible para Álvaro Fernández. Se libró, eso sí, de la roja directa el zaguero llegado del Galatasaray, que no protestó en ningún momento al ver la amarilla. No era el último hombre ni ejerció una fuerza excesiva. De hecho, casi se pudo hablar de pena máxima involuntaria, porque el giro de cintura de Zubimendi le pilló desprevenido y con los brazos extendidos, pero es cierto que el mediocampista foráneo no choca contra su bíceps, sino que el suramericano se gira y lo embolsa para que no pueda continuar, por lo que una hipotética obstrucción se descarta.
Se trata del tercer penalti en contra que le pitan al Sevilla FC en lo que va de curso (tras los convertidos ante Örjan Nyland por el gironí Abel Ruiz y el culé Robert Lewandowski), lo que acerca a los nervionenses al Athletic Club, tercero al que más penas máximas se le han señalado en la historia de Primera división, sólo superados por Valencia CF y RCD Espanyol. En lo que no gana nadie a los del Ramón Sánchez-Pizjuán es en el mayor número de penaltis cobrados tras la intervención del VAR, que es cierto que los ha librado más que a ninguno de los errores de los colegiados, aunque también ha 'rehecho' justicia cuando éstos no atinaron en un primer momento, siendo avisados y/o corregidos por sus compañeros con los monitores.