El director deportivo del Sevilla Fútbol Club tiene mucho trabajo por delante y por eso mismo no pierde el tiempo. Más allá del asunto de las renovaciones que deberá ir tratando en las próximas semanas, pues son un total de seis jugadores los que acaban contrato a final de temporada, Víctor Orta deberá decidir también qué hacer con Boubakary Soumaré. El pivote francés llegó este pasado verano cedido por el Leicester City con una opción de compra cifrada en 15 millones de euros y todo dependerá del presupuesto que maneja el jefe de la parcela deportiva para el año que viene.
Por eso mismo, Orta ha dejado abierta todas las posibilidades para reforzar esa demarcación. Todo hace indicar que Fernando Reges, dueño y señor de la zona más defensiva del centro del campo en los último cinco años dirá adiós al club de Nervión el próximo 30 de junio, por lo que en ese caso serían necesario no uno sino dos refuerzos para esa zona. De aquí que además de tener la opción de ejercer la compra por Soumaré en función de su rendimiento, también haya comenzado a explorar otras vías.
No en vano, hace tan sólo unos días aparecía la opción del pivote nigeriano Wilfred Ndidi, precisamente compañero de Soumaré en el Leicester City, que además acaba contrato el próximo 30 de junio, por lo que a partir del próximo 1 de enero sería libre para comprometerse con un club que le convenza de cara a la temporada 2024/2025, y eso precisamente es lo que estaría intentando Víctor Orta, aunque en un principio los planes del futbolista pasen por continuar en la Premier League si le llega una buena oferta.
Sin embargo, en las últimas horas ha vuelto a la actualidad sevillista el nombre de otro mediocentro defensivo y que además ya pasó por las filas del Sevilla Fútbol Club. Pape Gueye fue uno de los fichajes invernales de Monchi del pasado mercado de enero, el pivote senegalés llegó para competir con Fernando y junto a él, primero con Sampaoli y después con Mendilibar. En Nervión jugó un total de 16 partidos en LaLiga, tan sólo se perdió tres encuentros y los tres fueron por sanción, ya que sufrió tres expulsiones.
El rendimiento del jugador cedido por el Olympique de Marsella fue irregular, encadenando buenas actuaciones con otras para olvidar, sobre todo por su ímpetu a la hora de cometer faltas y lastrar al equipo con sus expulsiones. Pero no hay que olvidar que Gueye dejó además en su tarjeta de visita tres asistencias y un gol, lo que demostraba también su visión de juego y peligro de cara a la portería rival.
El Sevilla no tenía una opción de compra por el jugador básicamente porque sobre el mismo pesaba la sombra de una sanción de cuatro meses recurrida en primera instancia, concediéndole la UEFA la cautelar hasta el verano, por lo que el Sevilla finalmente no acabó intentando hacerse en propiedad con él. En julio se ratificaba su sanción de cuatro meses por incumplimiento de contrato por parte del TAS y eso le cerró definitivamente las puertas a cualquier salida del Olympique de Marsella.
La sanción fue un mazazo para el jugador y sus aspiraciones pero ya le queda poco para volver y afrontar sus últimos meses de contrato con el Marsella, porque el exsevillista acaba contrato el próximo 30 de junio. Ayer mismo, el centrocampista compartía un vídeo de un entrenamiento personal y de cómo se está preparando a conciencia para su vuelta a los terrenos de juego, todo ello ataviado con la camiseta del Sevilla como se puede ver en el vídeo que encabeza la noticia, y eso que sigue siendo jugador del Marsella, con el número 22 de su gran amigo Loïc Badé... ¿Será un guiño para Víctor Orta? Cumple los requisitos del director deportivo: joven, con posibilidad de revalorización, aporta físico a la plantilla y además conoce el club.