El pesimismo de Saúl, la eterna cojera de Navas... El parte de bajas para San Mamés

El capitán se marchó del estadio por su propio pie, aunque visiblemente dolorido, mientras que el centrocampista cedido por el Atlético se ayudaba de empleados del club y unas muletas

Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

Jesús Navas, un ejemplo perpetuo de compromiso y entrega por el Sevilla FC, se marchaba del Ramón Sánchez-Pizjuán con una aparatosa cojera y con gestos de dolor. Pese a que su cadera derecha, como ha confesado recientemente, le deja tras las partidos prácticamente sin poder moverse, García Pimienta le volvió a incluir en el once inicial ante el Real Valladolid, sustituyéndole cumplida la hora de encuentro. Pese a las sempiternas molestias, el capitán nervionense se paró con algunos aficionados a firmar autógrafos y posar para cámaras y teléfonos móviles. Volverá a ser seria duda para el choque del próximo domingo (16:15 horas) ante el Athletic Club, aunque, como se recupera milagrosamente, resultaría osado hablar de un descanso más que merecido e, incluso, aconsejable. Todo dependerá de si el míster lo reserva para el derbi o considera que, con una semana en blanco, hay margen suficiente.

Los que no estarán seguro en San Mamés son los tres lesionados de larga duración, que deben esperar, en el mejor de los casos, a la vuelta del parón de selecciones del mes de octubre. Albert Sambi Lokonga, Djibril Sow y Saúl Ñíguez, todos mediocentros (quedan sanos Nemanja Gudelj, Lucien Agoumé, Pedro Ortiz y, en el filial, Alberto Collado y Manu Bueno) y afectados de sendas roturas fibrilares en los isquiotibiales, se perderán, como poco, los dos próximos encuentros oficiales (ante los vizcaínos y el Real Betis). A ellos se unirá la sanción a Marcao Teixeira, que no jugará frente en Bilbao tras ver una doble amarilla contra los pucelanos, por lo que, si no hay contingencias en el plano físico, llegará descansado al duelo cainita del 6 de octubre. A corto plazo, habrá que ver la evolución del esguince de tobillo que sufre Isaac Romero, que no entró finalmente en la lista para este martes, tras retirarse pronto en Vitoria, aunque se le espera en el nuevo desplazamiento a Euskadi.

El último en caer ha sido el ilicitano, que se tiraba al suelo tras romperse en el primer tiempo y dejaba su sitio a Agoumé. Aunque falta que este miércoles la resonancia magnética evalúe el alcance real de su lesión en la parte posterior del muslo izquierdo, se mostró bastante afectado y pesimista el propio Saúl, que fue ayudado por personal del Sevilla FC a llegar hasta la zona de Gol Sur, donde le recogió su hermano y agente, Aarón Ñíguez, metiendo el coche por un acceso poco habitual, seguramente para evitar que las cámaras, como hicieron algunas, captaran las muletas y la cara del zurdo, con las manos protegiendo una mueca de dolor y desolación. Le costó acceder al vehículo que le trasladó a su domicilio y se marchó sin hacer declaraciones, pero estará a buen seguro varias semanas fuera de los terrenos de juego en un arranque de temporada gafado por problemas físicos y expulsiones pretéritas y actuales.