El Sevilla contaba con un ingreso asegurado el próximo verano de cara a la planificación 24/25 que, finalmente, no llegará, al menos, no por la vía esperada. Y es que ya se han disipado todas las opciones posibles de que la opción de compra por Gonzalo Montiel de 11 millones pactada con el Nottingham Forest torne en obligación, por lo que la pelota pasa a estar en el tejado del conjunto inglés, que difícilmente se hará con los servicios del argentino por sus problemas físicos y su falta de protagonismo.
El acuerdo incluye que para que se active la obligación de compra el lateral derecho tenía que disputar la mitad de los partidos jugados durante la temporada por el Nottingham Forest y la realidad es que después de su segunda lesión de la campaña y de las suplencias en los últimos dos partidos ya no existe la posibilidad de que alcance el objetivo marcado.
De hecho, para cumplirlo necesitaría participar en ocho encuentros y solo restan siete para que concluya la Premier, la única competición en la que permanece viveo el equipo entrenado por Nuno Espirito Santo. Por ende, la obligación de compra desaparece y ya dependerá de si el Nottingham Forest quiere negociar la continuidad del carrilero, que, de momento, tendrá que volver a Nervión cuando concluya el préstamo.
Lo cierto es que la suerte no ha acompañado hasta ahora al campeón del mundo, porque tras un comienzo dubitativo en el que le costó hacerse con la titularidad sufrió una lesión que lo apartó de los terrenos de juego alrededor de dos meses. Esta situación empezaba a complicar que se llegara al objetivo, pero después llegó al cargo el técnico portugués y, una vez recuperado, encadenó cuatro titularidades consecutivas en la Premier más las tres de la FA Cup, lo que daba muchas esperanzas en Nervión.
Sin embargo, una nueva lesión lo dejó fuera siete encuentros más, lo que ya convertía prácticamente en una utopía que llegara a la mitad de los partidos, lo que ya es imposible después de que Nuno no haya contado con él tras estar de nuevo a su disposición y le mantuviera en el banquillo en los partidos ante Crystal Palace y Fulham. Contra los londinenses era la última posibilidad para que siguiera habiendo posibilidades, pero el hecho no saltar al terreno de juego ha provocado que se esfumen de manera matemática.
A principios de marzo, ya apuntamos que debía participar en ocho de los 11 partidos que restaban y desde entonces se han celebrado cuatro jornadas y no ha vuelto a pisar el terreno de juego. Un duro palo para los intereses económicos de los nervionenses.