Después de haber cerrado ya seis fichajes, el Sevilla FC afronta el remate de su planificación veraniega pendiente de las posibles salidas de jugadores como Joan Jordán, Marcao, Montiel, Acuña o Dimitrovic. El éxito o el fracaso en este sentido marcarán los pasos a seguir para continuar reforzando la plantilla. Pero más allá de las dudas que se abren en la portería o el lateral zurdo, la llegada de un central se antoja obligatoria tanto por número como por calidad.
En el último amistoso ante el Fulham tuvieron que jugar el encuentro completo Nianzou, que volvió a cometer un par de errores que pudieron costar caro, y Nemanja Gudelj, que también ha actuado este verano de mediocentro, sin descartarse aún su salida tras el interés del Al-Shabab saudí. Al margen de ellos, Kike Salas y Marcao siguen lesionados, aunque sus casos son opuestos, pues el canterano está llamado a ser titularísimo a día de hoy (se espera que esté recuperado para el debut liguero) y el brasileño no deja de ser un descarte al que se le busca una salida.
A todo ello se suma que el futuro de Loïc Bade también está en el aire. El francés se ha revalorizado en los Juegos Olímpicos de París, donde este viernes disputará la final ante España, y no ha tardado en aparecer el primer club interesado. Así, la Roma pretende incluir jugadores en la operación, pero en Nervión han tasado al zaguero galo en 20 millones de euros. De salir, supondría un alivio económico, pero obligaría a recomponer el eje de la defensa casi por completo en un tiempo récord.
Son varios los centrales en cartera. Víctor Orta no pierde de vista a Lenglet, pero su regreso es tremendamente complicado por su elevadísimo salario, al tiempo que también se sigue la pista del cotizado Arouna Sangante, en la agenda de Augsburgo y Stuttgart, y Vanja Drkusic, por el que aprieta el PAOK de Salónica. Junto a ellos, otro nombre que surgió al comienzo del mercado fue el de Mika Mármol, si bien ESTADIO Deportivo ya apuntó que su fichaje era poco menos que imposible.
El catalán, de 23 años, se estrenó la pasada campaña en la máxima categoría de la mano de García Pimienta, que obviamente estaría encantado de volver a poder contar con él. No en vano, en la 23/24 fue un fijo en sus planes en la UD Las Palmas, disputando 36 partidos de Liga. Pero la situación no ha cambiado a lo largo del verano. O sí, pero a peor para los intereses sevillistas, pues la competencia ha crecido con rivales poderosos.
El conjunto insular no quiere vender (tiene contrato hasta 2026) y remite a su cláusula de rescisión de 30 millones de euros, pues además la mitad del pase (y por tanto de las ganancias) pertenece al FC Barcelona, donde se formó antes de salir rumbo al Andorra, paso previo a su aterrizaje en la isla el pasado verano. A sus puertas, pese a todo, han llamado la Roma o el Girona, sumándose también un Villarreal que cuenta con 'cash' tras los traspasos de Sorloth, Jorgersen o Jorge Cuenca, que también estuvo sobre la mesa de Víctor Orta. Junto a ellos, el periodista Luis Quintana, de la Cadena Ser, sigue incluyendo al Sevilla FC en una pelea que realmente tiene casi imposible vencer, pues carece del poderío económico necesario para hacerse con un futbolista que la web especializada Transfermarkt tasa en 15 millones.