La pasión turca de Óliver Torres

Ya tiene imposible superar los casi 3.000 minutos de la pasada temporada, cuando acabó jugando con todos los entrenadores (Julen Lopetegui, Jorge Sampaoli y José Luis Mendilibar), acumulando 44 partidos oficiales. Por ser, Óliver Torres fue titular hasta en la misma final de la Europa League, callando las bocas que le colocaban en cada ventana de transferencias en la rampa de salida. Indiscutible para el ex seleccionador español cuando coincidieron en Oporto en la 14/15, lo pidió en cuanto llegó a Nervión, aunque fue perdiendo galones y, a tenor de su discreta 20/21, podría considerarse lógico que le buscaran acomodo. Pero, en su último año, está volviendo a hacerse un hueco en los esquemas de todos sus jefes, desde el de Zaldívar a Quique Sánchez Flores, pasando por Diego Alonso. Contando todas las competiciones, estaría en el once más utilizado, pero su continuidad a día de hoy en el Sevilla FC se antoja imposible.

Imposible, realmente, no hay nada, pero no ha habido contactos serios para negociar una renovación que, en el contexto actual del club blanquirrojo, debería ser muy a la baja, puesto que el moralo se encuentra en un segundo escalón salarial del vestuario. Su marcha, sin finiquitos de por medio, no sería traumática para Víctor Orta, como la de Erik Lamela; incluso, estudia hacer lo mismo con Sergio Ramos y Jesús Navas, que le generan alguna duda extra por ser quienes son. Pese al crédito de 108 millones de euros que se ha firmado para enjugar el desfase actual por la Covid-19 y la eliminación en Europa, más el que se avecina por no clasificarse para competiciones continentales, se mantiene la urgencia por mayores ingresos extraordinarios, por lo que se buscarán traspasos que generen un ahorro, pero también algún tipo de plusvalía o 'verde' a nivel contable.

Mientras tanto, la pasión turca vuelve a propiciar generosos 'cantos de sirena' para Óliver, que ya desechó por dos veces irse al Besiktas en enero, como este mes al Corinthians brasileño, al tiempo que, según 'As', ahora sería el Trabzonspor quien habría preguntado condiciones a sus agentes. El mediapunta tiene un dilema, pues, a sus 29 años, se ve todavía con físico y fútbol para las cinco grandes Ligas, pero su condición de agente libre le asegura un contrato espectacular (prima de fichaje y salario) en paraísos como la Süperlig otomana, la Superliga griega o la SPL saudí. Igual le ocurriría en Emiratos Árabes Unidos o Qatar, aunque le atrae más una experiencia como la MLS. Otra cosa es que en su fuero interno piense que esta oportunidad la agradecería más dentro de un par de años. No obstante, todo apunta a que se subirá a uno de los trenes exóticos que pasarán de nuevo por su estación.