"Las juntas se celebran por los cauces de la legalidad y siempre las hemos ganado. Hoy es cierto que han venido a acreditarse representantes de 'Sevillistas Unidos 2020 SL' y, por lo que me imagino, porque siempre era el mismo número de acciones que lo hacía, se han abstenido en varios puntos, presencialmente en algunos y otros por haberse ido antes de tiempo. No sé a qué se debe que hayan cambiado el criterio de su voto y hayan dejado de estar con mi padre, José María del Nido Benavente. Para mí ha sido una sorpresa que se hayan presentado y que hayan actuado así", comenzaba explicando tras la junta general de accionistas un José María del Nido Carrasco que salió victorioso de la misma, lo que le permitió bromear sobre algunos aspectos, como el roce con su padre por el reconocimiento a Jesús Navas ("dijo que le gustaría que cualquier persona menos yo le entregara la insignia de oro y brillantes, así que he querido contestarle de forma jocosa") o la ruptura de relaciones con el Real Betis.
"No ha habido ningún intento de reconciliación navideña", zanjaba el dirigente, que entendía el malestar de una gran parte de los abonados y, por extensión, del público del Ramón Sánchez-Pizjuán: "Venimos de una temporada pasada mala en la que durante varios meses estuvimos coqueteando con el descenso. No nos clasificamos para competiciones europeas después de 10 años seguidos haciéndolo y hemos presentado unas pérdidas muy abultadas. Ya he presentado las medidas que estamos tomando para reducir los costes, pero es normal que la afición esté enfadada. Además, por el fracaso de la eliminación en la Copa del Rey ante la UD Almería. La afición es soberana y manifiesta lo que tiene que manifestar. Creo que nunca ha abandonado al equipo. En el fútbol, cuando ganas cambia todo. Con siete años ya era hijo de dirigente y llevo 17 años en el Sevilla FC, por lo que ya no me extraña nada. Espero que esté siempre con el equipo; lo demás no me importa".
Del Nido Carrasco, que pasó de puntillas por la sanción a su progenitor por el altercado con el abogado de la entidad, Lucas Fernández de Bobadilla ("se ha aplicado el reglamento de régimen interno, como a cualquier otro socio; hubo un expediente abierto, un periodo de alegaciones y una resolución"), reconoció que habrá más movimientos en el mercado invernal ("estamos trabajando en diferentes escenarios de salidas y queremos seguir reforzando la plantilla"), explayándose con la polémica inscripción de los culés Dani Olmo y Pau Víctor: "Las reacciones que está habiendo en el mundo del fútbol son por el estilo. Sentimos una enorme vergüenza por la resolución del CSD, porque ha entrado a valorar y cambiar las reglas del juego que todos tenemos. Nosotros, para inscribir a Rubén Vargas, hemos tenido que cumplir con el control económico, tener LCPD y que la RFEF nos emita la licencia. Aquí en España parece que si eres del Barça y del Real Madrid te aplican las normas de una forma y al resto, que vemos el fútbol de la misma manera, te la aplican de otra. Es algo muy peligroso. No sé si el Madrid se pone de perfil o no, pero se han plegado uno al otro por un proyecto como la Superliga en el que sólo creen ellos. Nosotros no hemos presionado, como he leído en prensa; simplemente hemos preguntado y nos hemos asombrado por la cautelarísima".