La tan necesaria 'Operación Salida' en el Sevilla FC encara las dos últimas semanas del mercado estival de fichajes con una evidente bifurcación de caminos en la apresurada hoja de ruta de Victor Orta. Por un lado, ante la necesidad de hacer caja, ha anunciado oficialmente el traspaso de Yassine Bono al Al-Hilal; a los que podrían seguir en breve Marcos Acuña, objetivo del Aston Villa, y Rafa Mir, que presiona para irse al Valencia cedido con opción de compra. De manera paralela, avanzan el goteo para encontrar destino a los futbolistas que no cuentan para Mendilibar, senda que ya ha recorrido Ludwig Agustinsson, a préstamo en el Anderlecht belga, y que está muy cerca de transitar Oussama Idrissi. Aún quedarían Thomas Delaney, Óscar Rodríguez, Adnan Januzaj o el 'Tecatito' Corona, con quien está encontrando muchas más trabas, a pesar de que todos ellos manejan algunas opciones.
Idrissi se ha salido con la suya y, aunque el club había encontrado una salida mucho más beneficiosa al fútbol árabe, se encuentra cerrando ya su regreso al Feyenoord. Así lo avanza este jueves el diario ABC de Sevilla, que informa de que las negociaciones entre los clubes están muy avanzadas y, si no hay ningún nuevo giro de guion, en las próximas horas debe anunciarse la cesión del extremo neerlandés de origen marroquí, que ya estuvo a préstamo en el club de Rotterdam el pasado curso y que siempre deslizó que le gustaría seguir allí en esta 23/24. A falta de opciones firmes de traspaso, buenas son las cesiones que permitan liberar fichas; por lo que la lectura de estos avances en la salida de Idrissi sólo pueden tener una lectura positiva. Eso, al menos a corto plazo, pues a media-larga instancia se convierte en otro 'boomerang' que, como ocurre con Augustinsson, volverá a Nervión el próximo verano con dos años más de contrato (hasta 2025 ambos).
La esperanza del Sevilla es que Idrissi repita o incluse mejore su buen rendimiento con el Feyenoord en la 22/23, temporada en la que dejó siete goles y ocho asistencias en 38 encuentros disputados entre todas las competiciones, volviendo por fin a sentirse importante y colaborando de manera activa para llegar a cuartos de final en la Europa League, a las semifinales de la Copa de los Países Bajos y para celebrar el título de campeón de la Eredivisie con el club en el que ya militó como canterano y al que puesto mucho empeño en regresar.
Cabe recordar que el Sevilla FC y el Damac Preneste FC saudí tenían prácticamente cerrado un traspaso que iba a aportar cerca de seis millones de euros en las arcas del club nervionenses (la mitad de lo invertido, que no era poca cosa) y un jugoso sueldo en un contrato por cinco temporadas para Idrissi, que a última se echó atrás y lo frenó todo al entrar en escena el Feyenoord, club al que llegaba esperando prácticamente desde que expiró su anterior cesión.
Idrissi llegó en el verano de 2020 al Sevilla, que pagó algo más de 12 millones de euros al AZ Alkmaar, pero no convenció a Julen Lopetegui y nunca cuajó como blanquirrojo, sumando sólo 17 partidos oficiales. Así, a los seis meses de su llegada ya salió cedido al Ajax y la historia se repitió en la 21/22, cuando el internacional por Marruecos vivió otro medio curso de ostracismo en Nervión antes de marcharse en enero al Cádiz CF, con cuya camiseta marcó el único gol y dio la única asistencia en LaLiga española.
Por fin, en la 22/23 recuperó su nivel en el Feyenoord, donde estuvo toda la temporada y está muy cerca de volver asumiendo que, si no se queda allí -no ha trascendido si hay opción de compra o no-, seguramente volverá al Sevilla FC el próximo verano con la obligación de volver a buscar una salida y con la sombra de otra cara rescisión (como la de Rony Lopes) acechando en las oficinas del Sánchez-Pizjuán.