El técnico del Sevilla, José Luis Mendilibar, dejó claro que entre los jugadores que estaban cerca de salir se encontraba el internacional marroquí Oussama Idrissi. El futbolista neerlandés -de nacimiento- ha sido bastante utilizado en esta pretemporada, pero ha ido perdiendo protagonismo con el paso de los partidos y ya en el tramo final de la misma, en la gira norteamericana, su participación fue residual.
Su nombre no estaba entre los dorsales para LaLiga que hizo oficiales el Sevilla y el propio técnico nervionense reconoció que, por eso, no iba a estar ante el Valencia, pero que, dependiendo de cómo finalizara las negociaciones que se llevan a cabo y otras posibles salidas, aún podría estar el 1 de septiembre. Él está abierto a todo y a partir de ahí decidirá.
El jugador ha estado en los últimos días negociando una posible marcha al Damac FC de Arabia Saudí, un club que elevaba su ficha y dejaba un buen dinero en Nervión, con el que el Sevilla recuperaba parte de la inversión que hizo hace tres años por el entonces jugador del AZ Alkmaar.
En este tiempo nunca se asentó con Lopetegui y fue cedido a Ajax, Cádiz y Feyenoord, donde volvió por sus fueros la pasada temporada. El actual campeón de la Eredivisie pretendía quedárselo, pero no en las condiciones que el Sevilla quería.
Sin embargo, una vez que ha visto que es un 'descarte' para la próxima temporada, habría vuelto a la carga. Según publica 1908.nl, el Feyenoord ya ha comenzado conversaciones con el Sevilla para el traspaso definitivo del futbolista de Bergen op Zoom.
Idrissi, a sus 27 años, se encuentra ahora en la disyuntiva de si regresar a un club fuerte de su país de origen y en el que va a jugar la Champions o marcharse cinco años al Damac saudí a ganar dinero, aunque también a 'retirarse' muy joven del fútbol de elite.
Si prima lo deportivo, regresará al Feyenoord. Si es lo económico, el Damac FC tiene ventaja. El Sevilla, si hay puja, siempre saldrá ganando, aunque en ningún caso parece que pueda recuperar los 12 millones que en su día abonó por él. Su actual valor de mercado es menos de la mitad (5,5 kilos) y, aunque el Damac llegaba hasta los seis, difícilmente hará lo propio un Feyenoord con el que sí se negociarían otro tipo de pluses y futuras ganancias.