Orta, ya te lo dijo Monchi: "El mayor error es persistir en el error"

El actual director deportivo reconoció en marzo no saber "si estaba preparado para ser el sucesor" del gaditano, pero con sus actos se está encargando de demostrarlo

Fernando RuizFernando Ruiz
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Orta, ya te lo dijo Monchi: "El mayor error es persistir en el error" - SFC.
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GolCyle Larin11'

Diego Alonso sigue sin conocer la victoria en una competición que no sea la Copa del Rey, sobre todo porque en el torneo copero todavía no se ha enfrentado a un rival de categoría profesional, pero eso puede acabar sucediendo ya el próximo martes. Precisamente el mismo martes donde el Sevilla Fútbol Club se juega esta temporada su permanencia en competición europea visitando al Lens, un partido en el que estará, no se lleven a engaño, Diego Alonso sentado en el banquillo visitante. Aunque los números se empeñen en demostrar todo lo contrario.

Diez partidos ante equipos profesionales, siete en LaLiga y tres en la Champions: cinco empates y cinco derrotas. Cinco puntos de 21 posibles en el campeonato domésticos y la eliminación en la Champions League. Las dos victorias que el Sevilla tiene en LaLiga todavía pertenecen a Mendilibar, ese técnico al que no tardaron en darle la patada en la jornada 9 de LaLiga y que meses antes les había dado el séptimo título de la Europa League.

Porque los números no sostienen a Diego Alonso, sólo lo hace una directiva que sí que tuvo a bien saltarse la opinión de Víctor Orta para fichar a Sergio Ramos, pero que ahora sigue callando y mirando para otro lado tras la más que fallida apuesta del director deportivo por Diego Alonso. "No sé si estoy preparado para ser el sucesor de Monchi", decía Orta el pasado mes de marzo, apenas unos meses antes de que eso acabara sucediendo, pero demostrando al menos por ahora que está muy lejos del de San Fernando o por lo menos, que no recuerda aquello que aprendió a su lado cuando era secretario técnico, porque una de las frases que más ha repetido Monchi en sus últimos años es que "el mayor error es persistir en el error", y Orta sigue cometiendo un nuevo error cada día que Diego Alonso sigue siendo entrenador del Sevilla.

Pero si lo comete el director deportivo, también lo comete Pepe Castro, o Del Nido Carrasco, lo misma da, tanto monta, monta tanto. Ninguno tiene la suficiente valentía para decirle a Víctor Orta "hasta aquí", y si Orta se quiere ir detrás del uruguayo, que coja la puerta. El Sevilla es mucho más grande que un entrenador que puede ser un gran entrenador en unos años, quién sabe, pero que no está cualificado para dirigir a un Sevilla en la situación actual en la que se encuentra el club. Le ha venido grande, y no pasa nada por decirlo. Repite constantemente que le "enseñaron de chiquito a luchar", claro que sí Diego... y a quién no, ¿a los demás nos regalan el pan? A cualquier aficionado del Sevilla si en su empresa no cumple con unos mínimos resultados a final de mes, por mucho que trabaje y muy bien que se vista, estará en la calle.

Pero Diego Alonso está teniendo la 'suerte' de que cuando no lo salva el VAR, ya sea con un gol anulado a última ahora como ante el Villarreal, o un penalti que al final no señalan como en Balaídos, aparece la expulsión de Ocampos como excusa, o el gol no concedido a Pedrosa. Siempre hay un argumento más importante que hacer autocrítica. Y sobre todo, tres equipos peores que el Sevilla que han permitido que el club de Nervión todavía no haya tocado los puestos de descenso, pero algún día el Celta ganará y entonces ya veremos...

Y es verdad que lo de ayer se puede achacar a ese gol anulado, no digo que no, pero ¿y la lectura del partido? ¿y los cambios? ¿Metes a Kike Salas para poner a Sergio Ramos de palomero a ver si caza algo dejando a Rafa Mir en el banquillo? A este Sevilla no le sala nada a derechas, cuando no es culpa del entrenador, este encuentra la excusa perfecta en las lesiones, en el arbitraje o en la mala suerte para seguir aferrado a su puesto una jornada más, y los que mandan igual con tal de no tener que tomar una decisión en el banquillo que vuelva a señalarlos, aunque más señalados no lo pueden estar ya.