Fernando Mateos3 min lecturaEl Sevilla FC acudirá al mercado de enero con un escasísimo poder económico (apenas 2,5 millones de euros), con el que espera cerrar la contratación de Rubén Vargas, del Augsburgo, para brindar a García Pimienta el extremo deseado y necesario. A partir de ahí, toca echar cuentas y hacer malabares para firmar a un delantero. Para ello, además de la retirada de Jesús Navas, no se descartan más salidas, quedando señalados jugadores como Gonzalo Montiel, Marcao, Pedro Ortiz o Valentín Barco.
En el caso del argentino, que ha caído en el ostracismo para el técnico catalán, cobra fuera la posibilidad de romper su cesión para que regrese al Brighton. Pero esto obligaría a su vez a reforzar el lateral izquierdo, posición donde Pedrosa tampoco está ofreciendo el nivel esperado, como demuestra el hecho de que por ese costado hayan llegado 11 de los 19 goles encajados.
En este sentido, cabe recordar que ya el pasado verano sonaron varios nombres de posibles sustitutos para Marcos Acuña, cuya marcha se daba por hecha desde que acabó el pasado curso y acabó haciéndose realidad rumbo a River Plate en la recta final del mercado. Así, uno de los futbolistas que estuvieron sobre la mesa es Layvin Kurzawa, que según confesó él mismo, visitó la capital hispalense y mantuvo contactos tanto con los responsables sevillistas como con el Betis, que se decantó finalmente por Perraud y Ricardo Rodríguez para cubrir las bajas de Miranda y Abner.
"Es verdad, estuve en Sevilla. Y si me tomé el tiempo de ir a visitar la ciudad es porque me gusta. Hablamos con los dos equipos. No visité las instalaciones de los clubes pero hablé con las personas que hay que hablar. Ambos equipos me atraen. Los dos clubes podrían ser buenas opciones. Los detalles son importantes y Sevilla tiene buenos proyectos deportivos, ya sea con el Betis, que va a jugar Conference League, o el Sevilla, con una gran historia. Es muy interesante para mí", aseguró el zaguero francés a finales de junio.
Lo cierto es que han pasado más de cinco meses de esas declaraciones y el ex del París Saint-Germain sigue sin equipo. A sus 32 años, aún no han encontrado un nuevo destino tras una larga etapa de nueve temporadas en el conjunto parisino, con un paréntesis como cedido en el Fulham en la 22/23. Su inactividad, sin duda, juega en su contra, pues su mejor momento queda lejos (llegó a ser internacional absoluto en 13 ocasiones). En las tres últimas temporadas, de hecho, sólo ha disputado 8 encuentros oficiales, por lo que tendría que realizar un esfuerzo si quiere reengancharse al fútbol de élite.