Óscar Murillo3 min lecturaPumas y Cruz Azul tuvieron sobre la mesa este mes de junio la posibilidad de firmar a Isco Alarcón, que apalabró su llegada en la 23/24 al Rayo Vallecano, aunque apura sus opciones de una última aventura exótica. Sus agentes, de la empresa Gestifute, de Jorge Mendes, lo movieron sin suerte en uno de los torneos más pujantes del continente americano, la Liga MX, pero los cinco millones de euros limpios anuales que solicitaba frustraron cualquier desembarco en el país azteca. Ahora, desde las mismas latitudes informan del interés de Rayados por otro jugador con el que compartió vestuario y prácticamente demarcación, Óliver Torres. De esta forma, los de Monterrey estarían apretando para llevarse a un centrocampista de renombre en Europa por su pasado en Oporto, Atlético de Madrid y Villarreal, así como su presente en el Sevilla FC.
Aportan los diferentes medios mexicanos datos relativos al sueldo del moralo, las posibles pretensiones nervionenses y el bajo importe de la cláusula de rescisión, de solamente 11 kilos este verano antes de su último año de contrato, pues su vinculación expira el 30 de junio de 2024, aunque ese listón de 100 millones, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, no se ha reducido tanto. Sea como fuere, el sondeo no ha prosperado, puesto que el futbolista, que ha sido fijo para José Luis Mendilibar en la recta final de la 22/23, ha cerrado el curso con casi 3.000 minutos, repartidos en 44 partidos, donde marcó tres goles y brindó otras tantas asistencias. Números reseñables que invitan a pensar en que no perderá ese estatus con el míster de Zaldívar. Antes al contrario, los asesores de Óliver están esperando a que Víctor Orta se asiente en su nuevo cargo y les llame para negociar la renovación.
Se trata de un movimiento que conviene casi más al club blanquirrojo que a Torres, habida cuenta de que, si no cambia su situación a 1 de septiembre, se habrá agotado la última ventana para obtener algún rédito por su traspaso, pudiendo negociar libremente desde Año Nuevo de 2024 con quien desee. No está el cacereño en esa línea, sino todo lo contrario. Rechazó a todos los que preguntaron por él en los últimos meses (lo del Benfica era humo), apostando por el Sevilla y su resurrección, finalmente obrada por el tercer entrenador. Con un título más bajo el brazo, su segunda Europa League como nervionense, Óliver se prepara para una ilusionante pretemporada y esperará en las próximas semanas una llamada para prolongar su estancia.