"Estoy contento de llegar a este país y a este club; es un reto importante, pero lo principal es aportar. Al venir a esta institución tan grande siempre hay responsabilidad de 'campeonar'", aseguraba a primera hora de la tarde de este miércoles, noche en España por las nueve horas de diferencia, el atacante Lucas Ocampos, que aterrizó en Monterrey para ser el tercer ex del Sevilla FC en apenas unos meses en enrolarse en los Rayados, tras 'Tecatito' Corona y Óliver Torres, tercer ex miembro de una plantilla hispalense, contando a un Sergio Canales llegado del Real Betis que les hizo de avanzadilla. "Con 'Oli' fue con quien más hable; estaba contento e ilusionado, igual que yo. Jesús me explicó lo que son este club, esta afición y esta ciudad. Uno toma el reto porque sabe lo que se compite; es una entidad ambiciosa. Hablé poco con Martín (Demichelis), pero lo hicimos de club, ciudad y proyecto. Vengo con ganas de aportar donde me toque y disfrutar en un lugar donde se respira fútbol", añadió.
El de Quilmes, que conocerá en las próximas horas a los futbolistas con los que compartirá vestuario y será presentado en El Barrial, insistió en que aterrizar en México es una decisión "personal y familiar", pues, aunque tenía un año más de contrato, firma tres temporadas con los de Nuevo León, que le duplican el salario (percibirá cinco millones de dólares netos) y le permitirán, por ejemplo, luchar por el Mundial de Clubes, después de ganar dos títulos de la Europa League con los nervionenses y uno de Primera Nacional con River Plate, del que, pese a ser hincha, no le llegó ninguna propuesta en este mercado, cuando ha recuperado a dos campeones del Mundo como el otrora verdiblanco Germán Pezzella y su colega Marcos Acuña (sin pasado en la institución de Núñez), amén de pujar sin suerte por otro sevillista como Gonzalo Montiel.
Finalmente, Ocampos desveló un secreto a voces que no debe empañar ni mucho menos su salida modélica del Sevilla FC, dejando siete millones de euros fijos en caja y alguna que otra variable. "No jugué estos últimos dos partidos (ante RCD Mallorca y Girona FC) porque estaba casi todo cerrado acá; estoy con muchísimas ganas de entrenarme, conocer a los compañeros y poder conocer también a la afición y llenar ese estadio tan bonito", apuntaba el extremo, baja de manera oficiosa en esas dos citas de la semana pasada como blanquirrojo por culpa de una supuesta contusión en la rodilla derecha de la que se habría resentido. En cambio, como hacen todos a la postre, Lucas se reservó para no estropear una operación que, influencia deportiva aparte, ha sido aplaudida y celebrada por las tres partes en lo que a lo monetario se refiere.