El Sevilla FC da por cerrado el mercado estival con la cesión de Joan Jordán al Deportivo Alavés, que libera el poco margen salarial que necesitaba para tramitar la inscripción en LaLiga de su último fichaje, el lateral zurdo Valentín Barco, más allá de la ficha profesional para Pedro Ortiz. A pesar de que deberá hacerse cargo de hasta un 70% de la ficha del catalán, las cuentas salen para dar de alta al sustituto de Marcos Acuña, sin que haya previsto más movimiento antes de la medianoche. Al 99%, no habrá más salidas, aunque la AS Roma preparaba una ofensiva final por Loïc Badé con la tranquilidad de que la ventana de transferencias dura un día más en la Serie A, aunque, rechazados ya 20 millones de euros y con el central francés no demasiado entusiasmado con la idea, todo hace indicar que no habrá acuerdo (los 'giallorossi' van a por Mario Hermoso, en paro), máxime porque sólo podría acudirse a jugadores en paro antes de enero. Un caso similar al que ocupa con Lucas Ocampos y Gonzalo Montiel. Por partes.
El lateral de González Catán siempre ha priorizado la Premier League, por lo que desestimó las propuestas de Flamengo, River Plate y PSV, esta última la única de la que se tuvo constancia en Nervión, pues brasileños y argentinos desistieron al no convencer al futbolista. Sin embargo, ni Nottingham Forest ni Everton han dado el paso definitivo, quedando a priori la puerta abierta de la Serie A, que, como ya se ha dicho, puede moverse hasta este sábado 31 de agosto. Todo hacía indicar que el Génova lo quería, aunque quien está porfiando más sobre la bocina es el Nápoles. En la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán piden entre 8 y 9 millones de euros, el doble de la amortización pendiente, considerando su puesto cubierto de sobra con Jesús Navas (que se jubila el 31 de diciembre, eso sí), Juanlu Sánchez y José Ángel Carmona, por lo que no tendría que encontrar un recambio. Eso sí, con los deberes hechos, tampoco regalará a Montiel.
En lo que se refiere al de Quilmes, su salida se aceleró a partir de este jueves, cuando los Rayados de Monterrey alcanzaron un acuerdo económico con él (tres temporadas y cinco millones de dólares netos de salario), por lo que el propio Ocampos estuvo en el 'deadline day' en las oficinas del club para ver cuál era el problema. En México no tiene prisa, pues allí se puede tramitar cualquier alta hasta el 14 de septiembre, pero la baja del ex del Marsella sí sería una de las que habría que cubrir, como pasa con Badé, por su importancia dentro de los esquemas de García Pimienta y el propio vestuario, ya que es uno de los capitanes. En Nuevo León entendían que con cinco millones de euros convencerían al Sevilla FC, que no baja de ocho y está dispuesto a esperar. Mientras tanto, desliza interés por Memphis Depay, delantero neerlandés de 30 años en paro desde que terminó contrato con el Atlético de Madrid tras su paso por el Barça. En su situación, podría venir sin esperar a enero.