La salida de Carlos Álvarez, una de las mayores perlas de la cantera nervionense en los últimos años, generó polémica en el sevillismo al considerarse que se trataba de un futbolista de futuro para el primer equipo, pero, sobre todo, por la fórmula elegida por Víctor Orta para su salida.
Y es que el mediapunta no se marchó en condición de cedido, lo más habitual en estos casos, sino que abandonó forma definitiva el Ramón Sánchez-Pizjuán mediante un acuerdo alcanzado entre el Sevilla y el levante para que pusiera rumbo al Ciutat de Valencia, donde firmó hasta 2027 a sus 20 años. Esta operación, sorprendentemete, no incluyó ninguna cifra de traspaso inmediata, solo una serie de ingresos en función de objetivos tanto individuales como colectivos, de los cuales algunos ya están asegurados por el rendimiento del futbolista.
Eso sí, el Sevilla, que no se guardó ninguna opción de recompra, sí que se reservó en el acuerdo un alto porcentaje de una futura venta, que, como ya informó ESTADIO, se eleva hasta un 40%, por lo que todavía está a tiempo de hacer caja con su joya.
Por esta razón, en Nervión se encuentran muy pendientes de la evolución del atacante en el Levante y a día de hoy se frota las manos por los momentos estelares que está regalando en el conjunto valenciano y que le han situado en el escaparate. Ya el pasado 21 de enero su nombre estuvo en boca de todos por un tremendo golazo contra el Mirandés en Anduva que le permitió ganarse el apodo de 'Niño Maravilla' por parte de su propio club y se hizo viral por su espectacularidad.
Una aparición brillante que ha tenido continuidad en el Levante, pues el pasado sábado volvió a ser protagonista en el choque contra el Real Oviedo al marcar otro golazo que supuso el 2-2 en el minuto 75' del choque disputado en el Carlos Tartiere. El duelo terminó con derrota por 3-2 del Levante, pero el tanto ha trascendido por su bella factura.
El balón le llegó rechazado en la frontal y sin pensárselo armó un zurdazo sutil y potente que se coló por la escuadra de la portería carballona. Un gol que se convierte en su tercera diana como granota, todas en un plazo de dos meses y medio, y alimenta las esperanzas del Sevilla de hacer caja en el próximo verano con un hipotético traspaso.
Y es que Carlos Alvárez, tras un arranque en el que le costó hacerse con un puesto a las órdenes de Javi Calleja, se hizo con la titularidad de forma indiscutible a partir de diciembre y encadena nueve partidos en el once inicial, ya sea como mediapunta o como extremo derecho, posición en la que anotó el tanto contra el Oviedo.
En dicho partido se estrenaba como entrenador Felipe Miñambres tras la destitución de Calleja y lo cierto es que la perla formada en el Sevilla no pudo dejar una mejor carta de presentación. .