Letra pequeña aparte, porque dicen las malas lenguas que la hay, no está nada claro que Quique Sánchez Flores vaya a cumplir su contrato con el Sevilla FC, oficialmente hasta 2025, sin matices en cuanto a que la segunda temporada sea condicionada o no. Estrictamente hablando, aunque sea lo más probable, tampoco la tesitura invita a pensar en que vaya a terminar seguro el presente ejercicio, con el descenso más cercano de lo que se esperaba y algún que otro problema en la gestión del grupo (trascendió, por público, con En-Nesyri, pero ha tenido que lidiar con distintas salidas de tono). Dirán, con razón, los entendidos que hasta en las mejores familias hay desavenencias, aunque, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, el propio míster madrileño no está a día de hoy por la labor de prorrogar la vinculación y agradecería un acuerdo amistoso el próximo verano. En parte porque no tiene el 'feeling' neesario con directivos y 'pesos pesados' del vestuario. Dejémoslo ahí por ahora.
Víctor Orta, director deportivo blanquirrojo, cuenta con esta posibilidad como cierta. Tan probable o más, de hecho, como la continuidad del ex del Getafe CF. Y, en 'pétit comité', tampoco le importaría demasiado. No es ningún secreto que Quique fue la elección de José María del Nido Carrasco y José Castro Carmona, que confiaron en el órdago del alto ejecutivo a la hora de prescindir en la jornada 9ª de José Luis Mendilibar y en su arriesgada apuesta por Diego Alonso, pero se dejaron de experimentos con el tercer técnico del ejercicio. Luego, el carácter de su paisano quedó de manifiesto en reuniones privadas y en público (de nuevo, léanse sus indirectas a Januzaj y Rafa Mir, apartados 'de facto', o el pique con En-Nesyri), con el vaso desbordado cuando ha contado entre poco y nada con los fichajes invernales. El panorama en verano sería, por exigencias monetarias, similar, como también su probable respuesta.
Así las cosas, Orta ha elaborado un dossier con sus preferencias a la hora de sustituir a Sánchez Flores en caso de que haya que destituirlo ahora o se consume la entente entre ambas partes para separar sus caminos el próximo 30 de junio. Su favorito vuelve a ser Javi Gracia, a quien ya se llevó al Leeds United en la 22/23. El navarro, tanteado en los dos cambios de míster más recientes, declinó la invitación por su deseo de tomarse un año sabático, descanso que podría interrumpir ya la próxima campaña, pues está a punto de cumplir un año en el paro. En el consejo de administración, excentricidades aparte que mejor no referir, gusta mucho Diego Martínez, desvinculado igualmente del Olympiacos en diciembre de 2023 y sin equipo desde entonces. Su pasado en la entidad nervionense y su experiencia posterior en LaLiga y a nivel internacional juegan a su favor, aunque hay quien duda de su capacidad para resistir la presión que nuevamente se vivirá en Eduardo Dato.
El tercer nombre, considerado una vía intermedia que genera bastante consenso, es el de Jagoba Arrasate. No ha llegado aún a un acuerdo para renovar en el CA Osasuna, en cuyo banquillo lleva seis años, rechazando la primera oferta y mirando otros destinos. Según ha podido confirmar este periódico, no ha habido contactos formales con el Sevilla FC, más allá de recabarse información, como de otros colegas, sobre sus condiciones económicas y su disponibilidad. Un trámite habitual que no condiciona ni obliga a ninguna decisión. Se valora mucho su evolución desde técnico de cantera en la Real Sociedad que promociona a profesional versátil y curtido en Soria (CD Numancia) y Pamplona, con un carácter dialogante y conciliador, aunque dicen quienes le conocen que exigente en distancias cortas, amante de la cantera y especialista en sacar rendimiento a sus pupilos. En su contra, su perfil bajo, propio de clubes y escenarios más modestos. Con todo, es una alternativa sobre la mesa nervionense.