Aitor Torvisco6 min lectura"Sale España. Se va Navas. El mundo contra Navas". Así arranca la inolvidable narración de Carlos Martínez durante los segundos más importantes de la historia del fútbol español, que en sí mismo es un resumen de la laureada carrera del capitán del Sevilla FC. Tozudo y competitivo como pocos, el palaciego elevó a la máxima potencia el 'Dicen que nunca se rinde' de su club en una acción que se sacó de la nada y que todo el mundo sabría recitar de memoria: "(Navas) consigue enviar la pelota para el tacón de Iniesta. Toca Cesc pero aparece de nuevo Navas que se desfonda. Llega el balón para Fernando Torres prepara el centro, la pide Iniesta. Llega Cesc. El rechace es para Cesc. Cesc, para Iniesta. No hay fuera de juego. Vamos Iniesta... ¡Gooool de Iniesta!", eran las voces que retumbaban en las televisiones de todo el país en la tarde del 11 de julio de 2010. Ese día, España se proclamó campeona del mundo y el 'Duende' sevillista fue el encargado de empezar a coser la estrella al pecho la 'Roja'. Desde entonces, no ha parado de dar alegrías en Nervión y en toda la geografía nacional.
Dos años después, Navas participó también en la Eurocopa de 2012 y, tras unos años de ausencia, volvió para cerrar su trilogía con la Liga de Naciones de la UEFA conquistada el pasado verano. Es el internacional español con más títulos, pero no se cansa de batir registros. Con 37 años, 11 meses y 25 días, también es el más veterano en enfundarse la 'Roja' y este mismo jueves, en Chipre, ha marcado un nuevo hito: por primera vez en su carrera ha lucido el brazalete de capitán, tras salir en el once titular sacado por Luis de la Fuente en el triunfo por 1-3 en tierras mediterráneas. Y no sólo eso, además se ha convertido en el primer sevillista en exhibir esos galones y ha celebrado su partido número 50 con la selección absoluta. Casi nada.
Campeón de Europa, del Mundo y de la nueva Nations League, lo único que le falta a Navas es levantar un título como capitán de España -el próximo verano hay Eurocopa y su condición de talismán está ahí-. Ya lo ha experimentado en su Sevilla FC, donde también tiene el récord de trofeos (8), el de partidos oficiales y casi todas las marcas habidas y por haber. Representando al equipo de sus amores ha jugado 43 de sus 50 encuentros internacionales.
Los otros siete los disputó en las filas del Manchester City, club al que se fue tras ganar dos veces la Copa de la UEFA, otras dos la Copa del Rey, una Supercopa de España y otra de Europa. A su regreso, más baños de plata, con dos nuevas conquistas en la Europa League y como encargado de alzar el trofeo en Colonia 2020 y en Budapest 2023, donde tuvo el detalle de compartir el icónico momento con Ivan Rakitic.
A Navas, además, no le basta con figurar. Siempre encuentra la manera de destacar. En el partido entre Chipre y España fue uno de los más destacados en una notable primera mitad, en la que el combinado nacional se mostró muy ofensivo. El lateral derecho del Sevilla FC sacó su vocación de extremo de toda la vida y tanto él como Grimaldo, en la izquierda, estaban permanentemente en campo rival, pegados a la cal abriendo campo y profundizando con constantes incursiones para hacer llover peligro al área local, con la repetitiva insistencia de un martillo pilón. Su equipo ha tenido cuatro entrenadores en un año y con todos ha sido fijo. Luis de la Fuente le piropea constantemente. No es casualidad.
Jesús Navas firmó este jueves en su partido 50 con España un asombroso 95 por ciento de precisión en la entrega (55/58), colgó seis centros al área y tres de ellos fueron rematados, ganó sus dos duelos individuales, robó dos balones, interceptó otro... Y no paró de correr en los 66 minutos que estuvo sobre el césped antes de dejar su sitio a Carvajal. Porque en la batalla de 'El mundo contra Navas', ya se sabe quién acaba ganando. Siempre vence el que nunca se rinde, el que nunca se cansa de engrandecer su majestuosa leyenda. El capitán del Sevilla FC, a sólo cinco días de cumplir los 38 años, es también el capitán de España. En la historia del fútbol, merece un capítulo destacado para él solo. Navas es eterno.