Paulo Fonseca tiene cada vez más claro que abandonará el Lille a final de la presente temporada, que no abrochará con un título, tras la dolorosa eliminación por penaltis ante el Aston Villa en la vuelta de los cuartos de final de la Conference League, aunque los norteños son cuartos en la Ligue 1, lo que se traduciría en una clasificación para la fase previa de la Champions League. En la ciudad universitaria limítrofe con Bélgica han intentado sin éxito convencer al luso-mozambiqueño, que ya ha dirigido en Portugal (Paços de Ferreira, Oporto, Braga), Italia (Roma) y Francia, aparte de Ucrania (Shakhtar Donetsk), por lo que soñaba con estrenarse en la Premier y LaLiga, acaso la Bundesliga. Sin embargo, rechazó coger las riendas del Leeds cuando Víctor Orta lo llamó a finales de 2022, aunque en los mentideros futbolísticos se hablaba de que el madrileño y el de Maputo podrían unir al fin sus carreras en el Sevilla FC.
Por tiempos, todo hace indicar que no será así. Quizás también por el plano económico y por el proyecto deportivo, ya que, muy a pesar de los blanquirrojos, la 24/25 será una temporada de transición en el Ramón Sánchez-Pizjuán, con sólo dos competiciones en el calendario (Primera división y Copa del Rey), sin sellar el pasaporte por segunda vez en las dos décadas más recientes (únicamente no fue en la 12/13). Olympique de Marsella y Olympique de Lyon pujan por mantener a Fonseca en tierras galas, mientras que Italia opta igualmente a 'repatriarle'. Tanto es así que se trata de una de las alternativas que suena con más fuerza para relevar a Stefano Pioli al frente del Milan, un histórico que marcha segundo en la Serie A y que le brindaría igualmente la posibilidad de disputar la máxima competición continental de clubes.
Mientras tanto, en la capital hispalense se esfuerzan por dar su sitio a Quique Sánchez Flores, que está enderezando en el epílogo, sacrificando el juego a costa de un resultadismo que, a la postre, debe darle una permanencia más o menos cómoda. No quieren lanzar las campanas al vuelo en Nervión, si bien consideran justo aparcar el debate público sobre la figura del madrileño, con contrato una temporada más, para no estropear lo que apunta a acuerdo bipartito para separar sus caminos este verano de forma amistosa. Jagoba Arrasate sigue siendo el candidato que genera un mayor consenso en los despachos blanquirrojos, donde han vuelto a sonar los nombres de Diego Martínez, José Bordalás, Enzo Maresca y Raúl González.