La final de la Conference League, prevista para el próximo miércoles 29 de mayo a las 21:00 horas, podría no disputarse finalmente en el escenario designado desde hace meses, el Estadio Agia Sofía de Atenas, sede del AEK, por problemas logísticos y de seguridad, ganando enteros el traslado al Puskás Arena de Budapest. Lo adelanta este viernes el periódico magiar 'Nemzeti Sport', que cita fuentes en el país heleno y especifica que la policía griega no garantiza el orden en un encuentro que van a disputar dos clubes con aficiones muy 'calientes': la Fiorentina y el Olympiacos. Precisamente, la enemistad histórica entre los hinchas rojiblancos y los aurinegros convierten el escenario de Nea Filadelfia en un 'polvorín'. Se unen la inestabilidad interna en el país antes de las elecciones europeas y la pérdida de crédito, especialmente entre la hinchada vecina, del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
Lo que corría como la pólvora en forma de rumor, sobre todo tras la muerte en agosto del año pasado de un aficionado croata antes de un AEK-Dinamo de Zagreb de la Champions League, se empieza a convertir en una posibilidad real, aunque la UEFA aún no ha comunicado siquiera que esté meditando un cambio de sede. De confirmarse, el campo que acoge desde 2017 los encuentros como local de la selección húngara habría albergado dos finales continentales consecutivas, así como la Supercopa de Europa de 2020 y encuentros de esa Eurocopa, jugada finalmente en 2021. El Olympiacos perdería cierta ventaja, pues pasaría de jugar en ciudad a tener que trasladarse 1.500 kilómetros al norte, que serían 500 menos de camino desde Florencia. Ambos equipos ganarían espacio, ya que el aforo del Puskás Arena (67.215) duplica al del Agia Sofía (32.500).
El que sonreiría seguramente con ese exilio es el propio José Luis Mendilibar, ya que, en su escasa experiencia europea, perdió su única final en Atenas, concretamente en el recinto (Georgios Karaiskakis) que ahora defiende en El Pireo con su actual escuadra. Ocurrió el 16 de agosto de 2023 en la última Supercopa de Europa, cayendo con el Sevilla FC en los penaltis ante el Manchester City tras el 1-1 en el tiempo reglamentario. En cambio, el míster de Zaldívar, que participó con el Athletic Club en la Intertoto de 2009, se coronó dos meses antes en Budapest, ganando la Europa League ante la Roma también desde el punto fatídico, que no lo fue para él. Sería una vuelta a 'casa' con todas las letras, al lugar donde fue feliz y tocó plata por vez primera.