El Sevilla Fútbol Club no volverá a competir hasta el Sábado de Pasión cuando se enfrente al Cádiz en el Nuevo Mirandilla, está por ver si para entonces se sentará o no Jorge Sampaoli en el banquillo visitante pues la derrota de anoche en el Coliseum Alfonso Pérez ha vuelto a poner en el disparadero al técnico argentino, tal y como ocurriera tras la abultada derrota ante el Atlético de Madrid. El triunfo en la ida de los octavos de final de la Europa League ante el Fenerbahce y la remontada ante el Almería volvieron a apaciguar las aguas.
El Sevilla cayó por la mínima en Turquía, pero logró el pase a los octavos de final, aunque la derrota ante el Getafe, y sobre todo las sensaciones que deja la misma, invita a que el comité ejecutivo del Sevilla pueda tomar una decisión hoy mismo sobre el futuro de Jorge Sampaoli. Palabras para reflexionar como las de ayer de Yassine Bono. "Tenemos que encontrar una forma de afrontar y jugar los partidos y agarrarnos a eso. No entrar en una confusión, porque no sabes cómo jugar y dependes de la suerte. Acabas atacando y defendiendo con anarquía si no lo tienes claro", explicaba el meta marroquí. Muy parecidas a las de Acuña también unas jornadas atrás. Da la sensación de que la plantilla no está con el entrenador o que no termina de entender lo que este le pide y tarde o temprano la solución parece claro.
Incluso varios jugadores del Sevilla Fútbol Club acudieron tras el partido ante el Getafe al sector de la grada donde se encontraba la afición sevillista para agradecer su apoyo como en cada partido fuera de casa, pero en esta ocasión además para pedir perdón por la derrota y de paso, calma, como hizo el propio Nemanja Gudelj. Pero la paciencia tiene un límite para la afición sevillista, y esta se pudo comprobar a la llegada de los jugadores al aeropuerto de San Pablo pasada la medianoche.
Allí le esperaban varios aficionados bastante enfadados con sus jugadores y con el entrenador, a los que increparon pidiéndole más ganas, intensidad, recriminándoles que estaban muy cerca de Segunda. Insultos, que evidentemente están fuera de lugar pero que vienen a reflejar el estado de ánimo de una afición que está sufriendo muchísimo en LaLiga esta temporada. Tan sólo jugadores como Lucas Ocampos o Jesús Navas fueron animados.