En el epílogo del pasado mercado estival, después de que no fructificaran otras opciones, Víctor Orta se aferró a la esperanza de que Mariano Díaz relanzara su carrera en el Ramón Sánchez-Pizjuán tras varias temporadas prácticamente en blanco en el Real Madrid. La apuesta era arriesgada en lo deportivo, pero no en lo económico, pues llegaba con la carta de libertad y con una ficha muy accesible de un millón de euros por una sola temporada.
La dirección deportiva esperaba que recuperase su buena versión con continuidad como sevillista a los 30 años, después de que ya estuviera a punto de ficharle por una millonada cuando explotó en el Olympique de Lyon, pero finalmente apostó por regresar al Santiago Bernabéu.
La apuesta ha resultado completamente fallida y la temporada recién terminada ha sido un auténtico calvario para el hispano-dominicano, lastrado por los continuos problemas físicos y con escaso protagonismo, hasta el punto de que ha finalizado el curso sin ningún gol en su cuenta y solo 319 minutos en su haber, repartidos en 13 partidos, en los que ha servido una asistencia como único argumento.
Aunque se llegó a rumorear que había firmado por dos años, su contrato en Nervión, como ya confirmó esta redacción en su momento, finaliza el 30 de junio, por lo que su breve e infructuosa etapa como sevillista ya ha terminado, lo que, por otro lado, en ningún momento se ha dudado por su nula aportación.
El propio futbolista ha mandado un mensaje a través de redes sus redes en el que asegura que su etapa sevillista "ya es pasado" y reconoce que ha sido un duro curso para él. Una despedida en toda regla en la que apunta al comienzo de un nuevo ciclo en el que tiene depositadas muchas esperanzas después del fiasco actual.
"Termina una temporada complicada, pero ya es pasado. Ahora a pensar en lo que viene y con la misma ilusión de siempre", señaló el delantero, que fue agradecido con el sevillismo al considerar que siempre lo ha respaldado. "Gracias afición por el apoyo durante todo este año".
Su agencia ya se mueve en el mercado para ofrecerlo en distintos destinos, sobre todo más allá del fútbol español, como, por ejemplo, en la Ligue 1 francesa, donde mantiene un buen cartel tras su brillante rendimiento en el Lyon. Ser agente libre y su salario accesible le abre puertas y ya dependerá de las aspiraciones del ariete.