La Policía Nacional ha detenido a dos aficionados ultras del Sevilla FC, con lo que se cierra la investigación por los hechos ocurridos el pasado 6 de agosto, cuando varios miembros radicales de Biris Norte agredieron violentamente a un grupo de jóvenes a la salida de un local de ocio de la capital sevillana. En un comunicado, la institución armada ha señalado que el ataque pudo producirse por la apariencia en la vestimenta de una de las víctimas, que hizo creer que eran miembros de algún grupo con ideología de extrema derecha. Este hecho provocó que los ahora detenidos, pertenecientes a la famosa peña nervionense, un grupo que presume habitualmente de ser ideológicamente de extrema izquierda, llevaran a cabo su agresión, enmarcada en un contexto con evidentes connotaciones políticas.
Ya el mismo día que ocurrieron los hechos, los policías actuantes apresaron en el lugar del incidente a tres de los autores por los delitos de lesiones y robo con violencia, quedando pendiente la identificación para su detención del resto de asaltantes. Tras pasar estos tres detenidos a disposición judicial, se puso en marcha un dispositivo encaminado a la identificación y detención del resto de autores, dando por concluido el mismo tras tres meses de arduas investigaciones, con la captura y presentación ante la autoridad judicial de los dos radicales que estaban pendientes de este trámite, siendo, finalmente, cinco los individuos relacionados con el altercado.
Hace dos semanas, una pelea masiva en otro establecimiento de hostelería y ocio, aunque sorprendentemente a plena luz del día, conmocionó a decenas de ciudadanos en la calle Esperanza de Triana del populoso arrabal hispalense. Golpes, carreras y lanzamiento de sillas asustaron a quienes disfrutaban de una tarde normal en bares y veladores de la zona, todavía con el buen tiempo y las temperaturas altas predominando. Los hechos ocurrieron cuando varios miembros de Biris Norte identificaron a uno o varios ultras del Real Betis, en concreto de la facción 'United Family', dando el chivatazo a otros miembros de la peña sevillista, que acudieron al lugar en supuesta mayoría numérica, sin percatarse de que dentro del local había muchos otros radicales de ultraderecha, también del Atlético de Madrid y el FC Barcelona, que estaban celebrando un cumpleaños.
La Policía identificó a diez personas y detuvo a cuatro, uno de ellos el miembro de los Biris agredido, de unos 50 años y retirado, como la mayoría de sus compañeros, de la primera línea de batalla, incluso sin una presencia habitual en el Gol Norte del Ramón Sánchez-Pizjuán, por lo que tenía todas las de perder al enfrentarse y quedarse solo frente a rivales bastante más jóvenes, que le produjeron un traumatismo craneoencefálico y varias heridas en cabeza y cara. Según detalló el siguiente día hábil el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, este varón quedó ingresado en el área de Traumatología del Hospital Virgen del Rocío como consecuencia de las lesiones que sufrió, pero "en calidad de detenido", mientras que los otros tres arrestados pasaron unas horas antes a disposición judicial. Los ultras blanquirrojos acudieron al lugar de los hechos con las caras cubiertas con pasamontañas y objetos contundentes, pero huyeron al verse superados.