Este verano casi todo el plantel del Sevilla FC está en el mercado. Unos, sólo porque potencialmente el club podría recaudar mucho dinero con ellos, mientras que a otros les toca cargar con el cartel de transferible, de salida deseada. En este segundo grupo está Rafa Mir. Lo ha estado en las dos últimas ventanas, especialmente en el pasado mercado invernal, cuando llevaba meses casi inédito con Jorge Sampaoli después de haber empezado la temporada como titular y desaparecer, de repente, de las alineaciones de Julen Lopetegui. Nada más terminar LaLiga, el delantero murciano fue vinculado con fuerza al RC Celta de Vigo y desde el RCD Mallorca siempre han mostrado interés en repatriar a un hijo pródigo que nunca ha llegado a vestir de bermellón pese a los tres intentos que ha realizado el club balear. Y en este período estival podría llegar la cuarta, aunque según aseguró el presidente José Castro, a día de hoy no hay ofertas firmes ni noticias concretas al respecto.
Este pasado viernes, Rafa Mir se dejaba querer por un club con el que tiene especial vinculación. "Siempre lo he dicho, me gustaría jugar en el Murcia o en el Mallorca, ya veremos cómo va desarrollándose mi carrera", aseguraba el delantero del Sevilla FC en declaraciones a la televisión murciana La 7 desde el campus que lleva su nombre y que se celebra en la pedanía murciana de Javalí Nuevo entre el 27 de junio y el 7 de julio. "No ha sido la temporada que más continuidad y minutos he tenido pero creo que ha sido una temporada de mucho crecimiento y, además, al final ha terminado con esa Europa League", remarcaba el medallista de plata olímpica, reivindicando sus números y dejándose querer.
Es cierto que Rafa Mir ha sido una opción secundaria para Lopetegui, que Sampaoli casi no contó con él y lo poco que le hizo fue para alejarle del área y colocarle de extremo y que, aunque rascó más minutos aprovechándose de las rotaciones entre LaLiga y la Europa League, con Mendilibar siguió siendo un teórico suplente. No obstante, pese a todo ello, el '12' del Sevilla FC ha acabado la 22/23 como tercer máximo anotador del conjunto nervionense con 8 goles, sólo por detrás de Erik Lamela (9) y de Youssef En-Nesyri (18), entre todas las competiciones y el segundo mejor anotador en el torneo liguero con 6, sólo dos menos que el marroquí.
Es más, a su favor cabe recordar que en su primer año en Nervión, en la campaña 21/22 -tras llegar del Wolvehampton Wanderers por 16 millones de euros-, acabó como 'pichichi' sevillista con 13 tantos, cuatro más que el segundo, Lucas Ocampos. En total, en los dos años que lleva en el Sevilla FC ha jugado la nada despreciable cifra de 83 partidos y ha celebrado 21 goles, números muy a tener en cuenta para un jugador que nunca ha llegado a sentirse con un rol importante. "Conmigo en el campo pasan cosas", decía en una reivindicativa entrevista poco antes de la conclusión de la 22/23.
A sus 26 años y con contrato en vigor hasta 2027, la mejor opción para todos apunta a una cesión. Su nombre está en la agenda del RC Celta, aunque su enésimo guiño público al RCD Mallorca resulta bastante significativo. El equipo isleño ha intentado hacerse con los servicios de Rafa Mir hasta en tres ocasiones. Primero quiso ficharle cuando era jugador del Valencia CF, pero acabó siendo traspasado a los Wolves (por 2 millones), que le cedieron primero a la UD Las Palmas, luego al Nottingam Forest y también, dos años seguidos, a la SD Huesca, adelantándose el equipo oscense de nuevo a los baleares. La última vez que intentaron reclutarle fue el pasado mes de enero, cuando se interesaron por las condiciones que pedía el Sevilla FC -también lo hizo el Real Valladolid- sin que esa opción, una vez, pudiese darse.
"El Mallorca, primero con Recio y después con la nueva dirección deportiva, hizo un esfuerzo para que viniera Rafa, pero al final no se dio. Luego pudo venir cedido, pero se quedó un segundo año en el SD Huesca porque quería jugar en Primera división. Ese mismo verano llegó su explosión en los Juegos Olímpicos y se marchó al Sevilla FC, pero el Atlético también le quería", explicaba Magín Mir, su padre, en una entrevista a El País el pasado mes de octubre.
Magín Mir es un mallorquín de 52 años que jugaba como central, que se formó como futbolista en la cantera bermellona y que jugó con el primer equipo en Primera y en Segunda división. Tiene dos hijos que han seguido la saga familiar. El mayor se llama Rafa, y juega en el Sevilla FC, y el pequeño es David Mir, que también es delantero, tiene 13 años y ha militado este pasado curso en el Infantil del RCD Mallorca. Este fuerte vínculo familiar de los Mir con el Mallorca fue exaltado por el propio Rafa, en un mensaje que revolucionó Palma: "Bonito reportaje. ¡De padres a hijos! Orgullo mallorquinista", escribió en su cuenta oficial de Twitter entre corazones. Ahora, ha vuelto a dejarse querer. ¿A la cuarta irá la vencida?