Fernando Ruiz4 min lecturaLa construcción del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán es uno de los grandes objetivos del actual consejo de administración para los próximos años. En varios ocasiones ha sido el propio vicepresidente primero José María del Nido Carrasco el que ha ido dejando pinceladas de los requisitos y los términos en los que se llevará a cabo el nuevo estadio sevillista, que estará en el mismo sitio que el actual, lo que conlleva el derribo del actual tal y como lo conocemos para hacer uno nuevo desde los cimientos.
La idea del Sevilla Fútbol Club es la de comenzar las obras el 1 de julio de 2026 y el periodo de las mismos no debe ser superior a dos años, por lo que el 1 de julio de 2028 debería quedar acabado. Evidentemente, durante esos dos años, el club de Nervión jugaría sus partidos de local en el Estadio de la Cartuja. Incluso rondaba la idea en el club de que esas obras se podrían haber comenzado un año antes, el 1 de julio de 2025, si todo marchara en los tiempos previstos, pero como en estos casos nunca se sabe, han preferido no pillarse los dedos y apostar por el 1 de julio de 2026.
El club estima que el derrumbe y nueva construcción del estadio se sitúe entre los 300 y 350 millones de euros, para llegar a un total de 55.000 espectadores, prácticamente el máximo disponible para las dimensiones con que cuentan en la huella del actual estadio. El propio José María del Nido Carrasco, reconocía este miércoles en un desayuno con los medios de comunicación deportivos sevillanos, que el Sevilla ya está trabajando en la financiación de esta gran obra que permitiría tener un estadio abierto todo el año con establecimientos que bien podrían ser restaurantes, guarderías, gimnasios y otras actividades deportivas.
El vicepresidente nervionense informó que la intención del club es la de que el estadio quede pagado en un máximo de 12 años teniendo en cuenta que los dos primeros no habría beneficio alguno al estar todavía la construcción en marcha. Además de todo ello, en el club nervionense existe la confianza de que la obra se pagaría sola durante esos años con los ingresos netos proyectados en el informe de Legends, que calcula entre los 23 millones de euros (en la estimación más baja) y 60 (la más alta) los beneficios que puede ingresar el club al disponer ya de un estadio que permitiría su uso durante los 365 días al año y en el corazón del barrio de Nervión.
Pues ahora mismo el Sevilla Fútbol Club y el Ayuntamiento de Sevilla, están en constantes conversaciones y cruzando la documentación que conlleva una obra de tal calibre pues se debe aprobar en un primer momento el proyecto medioambiental y urbanístico que supone. Se estima que en un periodo de entre tres y seis meses este proceso esté acabado, por lo que a partir de entonces se podría presentar el anteproyecto básico del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán, que llevará a cabo la empresa IDOM.
Con la construcción del nuevo estadio está previsto que el club de Nervión supere los 300 millones de euros en ingresos teniendo en cuenta a día de hoy se sitúan en 260, con esos ingresos nuevos por el estadio se podría pagar perfectamente el préstamo y no repercutir en el crecimiento deportivo de la entidad.