El Sevilla FC debutará este viernes em LaLiga ante la UD Las Palmas tras una pretemporada plagada de dudas. Pese a ello García Pimienta es optimista en su regreso al Estadio de Gran Canaria, donde contará con los mimbres justos para formar su centro del campo por la lesión de Sambi Lokonga y la sanción de Saúl Ñíguez. El gran fichaje nervionense fue expulsado por doble amonestación en el último encuentro de la pasada campaña, en el duelo que enfrentó ante el Atlético de Madrid y Real Sociedad, y deberá cumplir un partido de castigo.
Desde la planta noble del Sánchez Pizjuán ham llevado a cabo gestiones para intentar que ilicitano se libre de dicha suspensión, solicitando para ello una amnistía similar a la que se produjo cuando la selección española levantó otros títulos. Desde LaLiga, Javer Tebas ha secundado su petición, pero el inmovilismo que se vive en el seno de la Real Federación Española de Fútbol ha hecho que la petición sevillista caiga en saco roto.
A lo largo del día de hoy aún podría llegar ese esperado perdón. Saúl, de hecho, se encuentra en tierras canarias con el resto del equipo. Pero el técnico catalán ya aseguraba en la previa que no era optimista al respecto. Por ello, en Nervión está resignados, pero también indignados, pues existe un agravio con respecto a lo sucedido en otras ocasiones en las que el combinado nacional levantó un título, algo que ha sucedido este verano por partida doble, con la conquista de la Eurocopa de Alemania y de los Juegos Olímpicos de París.
Este doble éxito, sin embargo, no ha sido considerado suficiente por la Federación para proceder, por ejemplo, como en el año 2008, tras el triunfo en la Eurocopa de Austria y Suiza. Aquel año, sí hubo perdón para los futbolistas castigados de la temporada anterior, entre ellos, casualmente, Daniel Alves, que ese verano abandonó el Sevilla FC para firmar por el FC Barcelona, pudiendo debutar en la primera jornada ante el Numancia pese a arrastrar una sanción de su etapa en el conjunto hispalense.
De igual modo, cuatro años después, con motivo del título obtenido en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, tuvo lugar otra amnistía que tuvo de nuevo como beneficiados, entre otros, a Real Madrid y FC Barcelona. En ese caso, el foco estuvo puesto en el hecho de que tanto José Mourinho como el fallecido Tito Vilanova pudieron dirigir a su equipos en la Supercopa de España pese al incidente protagonizado por ambos en el mismo torneo el curso anterior, cuando el técnico portugués metió el dedo en el ojo de su rival, que respondió y fue también castigado con un partido, siendo por entonces ayudante de Guardiola. Su sanción quedó en nada, aunque lo que indignó a los azulgranas, dispuestos a cumplirla, es que la suspensión de dos partidos del entrenador madridista también fuese perdonada.
Sea como fuere, ambos equipos salieron favorecidos por la decisión de una Federación que ahora, ante la petición sevillista, no ha actuado del mismo modo. Quizás haya tenido mucho que ver que sólo Saúl y el meta del Valladolid, André Ferreira, arrastren sanciones de la 23/24.