"Bien, bien", respondía ayer Lucas Ocampos a su llegada al aeropuerto de San Pablo cuando las cámaras de 'El Chiringuito' le preguntaban cómo se encontraba después de tener que pedir el cambio pasada la media hora de juego en el partido ante la Juventus. Una leve sonrisa, acompañada de esas dos palabras que despertaban la tranquilidad de una afición que espera esté recuperado para el partido de vuelta del próximo jueves en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el último paso previo a la final de Budapest.
Por eso mismo, Mendilibar no lo forzará ni lo más mínimo en el choque liguero de este domingo en el José Zorrilla ante el Real Valladolid y el mismo futbolista se ha metido en la cápsula de recuperación. Tranquilos, no se asusten, no es ningún artilugio de última tecnología, sino una mera referencia a la archiconocida serie de dibujos animados 'Bola de dragón'. En ella se metían aquellos guerreros que tenían que recuperarse rápidamente de graves heridas gracias a un líquido especial que podía curar completamente y devolverles toda su energía.
El propio Ocampos compartía ayer una 'storie' donde se podía ver al protagonista de la serie japonesa, Goku, en una cápsula recuperación metido ese líquido milagroso y con cables en su cuerpo y una mascarilla en la boca y la nariz. En esa 'storie' en el Instagram de Lucas Ocampos, el argentino citaba a su compañero Suso, que ya días antes publicó una 'storie' muy parecida tras lesionarse ante el Espanyol y con la intención de llegar al partido del pasado jueves, aunque no pudo estar. El gaditano compartió una foto de Vegeta, otro de los protagonistas de 'Bola de dragón', metido en otra cápsula de recuperación. El propio Suso ayer compartía la 'storie' de Ocampos añadiéndole un 'je, je' y un emoticono de fuego.
Lo cierto es que Ocampos y Suso esperan llegar a la cita más importante de la temporada para el Sevilla, la del próximo jueves ante la Juventus con la intención de llevar al Sevilla a su séptima final de la Europa League como Goku y Vegeta luchaban por conseguir las ansiadas siete bolas de dragón que permitía al que las reunía invocar a un dragón que condecía deseos, porque seguramente ahora mismo todo el sevillismo como la plantilla no tengan un deseo mayor que el de volver a disputar una final de la Europa League y sobre todo, vencer para sumar un nuevo título europeo.