Se esperaba un movido final de mercado en el Sevilla FC, pero no tanto. El equipo de Nervión se auguraba como uno de los animadores del mercado invernal por los numerosos cambios que debía hacer en la plantilla y las peticiones de Sampaoli para cambiar la cara al equipo, pero en los casi tres meses que van desde el inicio del parón hasta este 31 de enero apenas habían llegado dos jugadores, el central Badé y el recuperado Ocampos, y habían salido Isco, Carmona y Dolberg, lo que hacía indicar que estos últimos días serían de infarto.
Así ha ocurrido, ayer se cerraron cuatro movimientos, Bryan Gil y Pape Gueye llegaron y 'salieron' Delaney y Augustisson y hoy podría haber otros tantos, porque aparte de Januzaj, que lleva en el punto de mira semanas, también está pendiente de este final Kike Salas y podrían llegar dos jugadores en esta locura final.
Monchi ha puesto las cartas encima de la mesa. No han trascendido todos los nombres, pero sí las posiciones. Una se sabía porque Sampaoli la ha repetido en varias ocasiones: falta un central. La otra podría ser un mediocentro creativo o un extremo diestro. Para el primer puesto, el Sevilla rechazó a Reine-Adélaide estando ya aquí y estuvo a punto de cerrar a Denis Suárez antes de que el Espanyol subiera su oferta; por el segundo, ayer se supo una fuerte apuesta por el extremo diestro belga Lukébakio, que en un primer término fue rechazada por Hertha de Berlín.
Lo segundo es que el director deportivo del Sevilla apenas tiene dinero para poder moverse. Tanto por Gattoni como por Lukébakio, los pagos eran futuros, a partir de la próxima temporada, como hiciera el Barça el pasado año con Ferran Torres. Las limitaciones con las que ha tenido que trabajar y con las que debe moverse en este último día son importantes, de ahí también que haya tardado tanto en cerrar y descartar operaciones que tenía avanzadas, y desechar otras por la imposibilidad de llegar.
En función de quien venga, ya que en ataque son jugadores de un muy diferente perfil, montará Jorge Sampaoli su puzle, un sudoku en el que, al menos, tendrá más piezas de las que a él le gustan. Aunque siempre le quedarán las ganas de haber tenido un nuevo delantero... que no ha llegado.
El otro problema serían las fichas. Con las cuatro llegadas (Badé, Ocampos, Gil y Pape Gueye) y las tres salidas con ficha del primer equipo (Dolberg, Delaney e Isco), el Sevilla tiene completas las 25 fichas, por lo que no podría inscribir a nadie más.
Pero incluso ahí tiene dos opciones. Una pasa porque a Bryan Gil se le inscribiera con ficha del filial y, la segunda, que por fin puedan cerrar la salida de Januzaj. Y, en ese caso, habría dos huecos para incorporar a los fichajes deseados.
No obstante, no es incluso descartable que nada se mueva y que este último día sea tranquilo. No sería la primera vez. Monchi lo aclarará todo a partir de las 13:30 horas...