El Sevilla FC, con el tope salarial más ajustado y limitado que se recuerda, tiene un margen de maniobra en enero de algo menos de 2,5 millones de euros. En realidad, la cantidad es algo mayor, pues vendió de forma extemporánea (con el plazo de incorporaciones ya cerrado) a Lucas Ocampos a los Rayados de Monterrey a cambio de 7.250.000, de los que podrá reutilizar alrededor de un millón y medio, más el 60% del sueldo que se ahorra con el argentino (no llega a 1,1). El problema es que García Pimienta prioriza los refuerzos en ataque y solicita un extremo y un delantero, habida cuenta de que, en LaLiga, ni Isaac Romero ni Kelechi Iheanacho se han estrenado todavía. Aparcados quedarán seguramente, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos, el central experimentado y el mediapunta creativo que los técnicos han señalado como otras necesidades del plantel.
El objetivo es hacer hueco, tanto físico como monetario, por lo que se buscarán salidas para hombres como Gonzalo Montiel, Marcao Teixeira, Suso Fernández o el propio delantero nigeriano. Del éxito de estos movimientos, especialmente los que dejen réditos en las arcas, dependerá la capacidad de movimiento de Víctor Orta en enero, siempre bajo la consigna apuntada de un club con el LCPD sobrepasado y la urgencia de enjugar el déficit en las cuentas, que roza los 82 millones, pese a los préstamos logrados con entidades bancarias y fondos de inversión. Quizás el fichaje más complicado será el del artillero, pues los que gustan quedan muy lejos del alcance nervionense en esta tesitura, al tiempo que la mayoría de los nombres sobre la mesa no ofrecen las garantías suficientes, bien por inexperiencia (Javier Martón, del Athletic Club) o por escaso nivel (el mallorquinista Abdón Prats).
Ni siquiera se han considerado ofrecimientos de delanteros en proceso de recuperación de graves lesiones, casos del colchonero Borja Garcés o el villarrealense Álex Forés. De largo, el que más convence es Iván Azón, al que le queda lo que resta de temporada 24/25 de contrato con el Real Zaragoza y que llevaba hasta esta jornada seis goles y una asistencia en Segunda división. Los maños, conscientes de que no van a poder renovar a este paso al internacional sub 21, prefieren apurar las opciones de que les ayude a regresar a la elite, cuando su cláusula subiría de los 10 millones de euros actuales a 20. Hay quien defiende en La Romareda que existe un apartado en su contrato para prorrogarlo unilateralmente, aunque el joven artillero maño de 21 años empieza a escuchar propuestas para el curso que viene como agente libre. Entre ellas, del Sevilla FC, que estaría dispuesto a hacer un esfuerzo para adelantar su desembarco, si bien, por ahora, no hay 'feeling' con la directiva aragonesa.