Julen Lopetegui ha dejado de ser entrenador del Sevilla tras condenarle el mal arranque del equipo en su cuarta temporada al frente del banquillo y después de que en las tres primeras lograra en LaLiga situarlo en la cuarta posición, siempre a la estela de los 'grandes' -Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid-, y de que en su primer año engrandeciera las vitrinas del club hispalense la sexta Liga Europa.
El técnico guipuzcoano, de 56 años, llegó al Sevilla en el verano de 2019 después de que el anterior curso, el 2018-19, el equipo lo empezara con Pablo Machín y lo acabara con Joaquín Caparrós en su tercera etapa al frente de la plantilla, lo que dio para quedar sexto en el torneo doméstico y una nueva clasificación para la segunda competición continental.
Lopetegui fue la apuesta de Ramón Rodríguez 'Mochi', quien volvía al cargo de director deportivo después de ejercer esas funciones durante un par de temporadas en el Roma, y su contratación causó algo de escepticismo entre un sevillismo que recordaba su convulsa salida como seleccionador nacional en las vísperas de arrancar el Mundial de Rusia por haberse comprometido paralelamente con el Real Madrid para la campaña 2018/2019.
Además, el de Asteasu tuvo un corto recorrido al frente del conjunto madridista al ser destituido en la jornada décima del campeonato liguero.Por ello, su anuncio como nuevo entrenador del Sevilla se tomó con recelo, lo que obligó al vasco a señalar, durante su presentación el 5 de junio de 2019, que en su etapa en la selección él no dio "ninguna espantada" y que en el Real Madrid se fue "muy temprano" y en el "momento en el que se trataba de hacer algo diferente".
Pronto se acabaron las dudas cuando llegaron los primeros resultados positivos de un Sevilla que en la campaña 2019-20 concluyó el campeonato en cuarta posición, con una clasificación directa para la Champions y, aun con los problemas añadidos de la pandemia, con la conquista del trofeo de la Liga Europa tras ganar al Inter de Milán (3-2) en la final disputada en Colonia.
En la segunda temporada, con los calendarios alterados por la covid-19, Lopetegui estuvo cerca de lograr su segundo título, el de la Supercopa de Europa disputada en septiembre de 2020, pero se la llevó el Bayern de Múnich por 2-1 tras una prórroga.
La progresión sevillista continuó y el equipo volvió a ser cuarto en LaLiga, un puesto que tenía asegurado cinco jornadas antes de la conclusión de un torneo que acabó con 77 puntos, récord en la historia del club, pero también destacó en la Copa del Rey, en la que cayó en semifinales tras una prórroga ante el Barcelona; y en la 'Champions', al llegar a los octavos y caer en una apretada eliminatoria ante el Borussia Dortmund que acabó con un global de 5-4.
Lopetegui, que había firmado por tres temporadas, renovó en enero de 2021 su contrato con el Sevilla por dos más, hasta junio de 2024, con lo que afrontó su tercera campaña con el beneplácito de todos y el vasco lo ratificó al volver a discurrir el equipo por la vía acostumbrada.El problema empezó a llegar cuando el Sevilla comenzó a perder intensidad y frescura en el segundo tramo del pasado curso, algo que se achacó en alguna medida a la gran acumulación de bajas por lesiones y mermas físicas, muchas de ellas de larga duración.
De todas formas, el equipo logró su tercer cuarto puesto consecutivo en LaLiga, ser el menos goleado del campeonato (con el primer Trofeo Zamora de la historia del club para el marroquí Yassine Bono) y una nueva clasificación para el máximo torneo continental de clubes, pero también empezó a ser ya cuestionado por un sector de la afición a la que no le gustaba el juego ni los planteamientos tácticos de Lopetegui.El debate quedó abierto durante toda la segunda parte de la temporada y pareció cerrarse cuando los dirigentes del club, a la conclusión de la campaña, declararon públicamente toda su confianza en un entrenador al que los números avalaban.
Pero lo cierto es que el guipuzcoano, tras la derrota del pasado sábado como local ante el Atlético de Madrid (0-2), llevaba en LaLiga una pésima racha de cinco puntos logrados de veintiuno posibles, en las siete primeras jornadas, y en la Champions al equipo se le ha complicado mucho ganarse un puesto en los octavos, tras ser goleado en la primera jornada por el City (0-4), no pasar del 0-0 en la segunda en Copenhague y caer ahora, de nuevo en casa, ante el Dortmund (1-4).
Han sido, con el disputado ante la formación alemana, 170 partidos oficiales de Lopetegui como entrenador del Sevilla y ahora la solución es el argentino Jorge Sampaoli, quien afrontará su segunda temporada al frente del equipo hispalense después que haber quedado desligado este verano del Olympique de Marsella.
El técnico de Casilda, de 62 años, dirigió al Sevilla en la campaña 2016-17 después de la exitosa etapa de Unai Emery al frente del equipo, al que hizo campeón de la Liga Europa durante tres campañas seguidas, logro por el que se fijó en él el PSG francés.Sampaoli, que firmó por dos temporadas pero que no cumplió la segunda al ser elegido como seleccionador nacional de Argentina, dejó al Sevilla cuarto clasificado en LaLiga con 72 puntos y llegó a los octavos de final de la Liga de Campeones. Ahora llega a un club que mantiene las mismas exigencias, pero en una situación deportiva mucho más inestable.
EFE
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